A través de nuestros contenidos didácticos, en Segurilatam nos hemos ocupado de los diferentes tipos de tecnoestrés. Entre ellos se encuentra la tecnoadicción, fruto de una utilización excesiva de las tecnologías de la información y la comunicación. Es decir, de la ciberadicción.
¿Qué es la ciberadicción?
Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la adicción es una dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico. Y también una afición extrema a alguien o algo.
En el ámbito de Internet, los expertos observan que la ciberadicción obliga a los usuarios a conectarse a la Red, de forma frecuente, muchas horas al día. Entre las señales que revelan una posible adicción cibernética se encuentran las siguientes:
- Problemas de sueño.
- Abandono de las actividades de ocio.
- Deterioro de las relaciones familiares y sociales.
- Empeoramiento del rendimiento académico.
- Enfados excesivos cuando falla la conexión a Internet o la navegación es muy lenta.
Además, se trata de un problema que lleva asociados numerosos riesgos en forma de síntomas físicos y emocionales o psicológicos. En cuanto a los primeros figuran desde el dolor de cabeza, cuello o espalda hasta la mala nutrición o la falta de higiene personal. Y por lo que respecta a los segundos, este tipo de adicción provoca aislamiento, irritabilidad, agitación, cambios de humor, evitación del trabajo, procrastinación…
Clases de adicción cibernética
En lo relativo a las clases de ciberadicción, los especialistas coinciden en destacar cinco tipos específicos:
- Adicción a los videojuegos. Aunque también se presenta en otras edades, es una de las más frecuentes entre la gente joven.
- Adicción al cibersexo. Puede dar lugar a una práctica compulsiva del sexting. Y este, a su vez, tener consecuencias como la sextorsión.
- Adicción a la obtención o inversión de bienes en Internet. Hablamos de compras en línea, juegos de azar, comercio de acciones, subastas online, uso e inversión de criptomonedas, etc.
- Adicción a las relaciones cibernéticas. Sobre todo, a través de plataformas, como redes sociales y chats, en las que es posible interactuar constantemente.
- Adicción a la búsqueda de información. La posibilidad de encontrar tanta información en la Red de manera sencilla también provoca un uso intensivo de Internet.
Consejos para prevenir la adicción a Internet y sus riesgos
De cara a prevenir la ciberadicción y sus riesgos asociados se recomienda poner en práctica los siguientes consejos:
- Usar los dispositivos en un horario adecuado y establecer un tiempo máximo de conexión a Internet.
- Moderar el uso de videojuegos en la Red y dedicar el tiempo de conexión a tareas más interesantes.
- Reforzar la seguridad de los dispositivos para evitar ciberamenazas.
- Buscar alternativas al uso de Internet en el tiempo libre.
- Respetar las horas de sueño y comida.
- Dedicar más tiempo a las relaciones personales presenciales.
- Por último, si nos advierten o somos conscientes de nuestra condición de ciberadictos, se debe buscar ayuda profesional.
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