Junto al de investigación, el sector educativo fue el más ciberatacado en el primer semestre del año. Esta es una de las principales conclusiones del estudio Cyber Attack Trends: 2022 Mid-Year Report de Check Point, en el que se pone de manifiesto que las instituciones educativas son un claro objetivo de la ciberdelincuencia. Por ello, observa el proveedor de seguridad cibernética, es importante reforzar la ciberseguridad en la educación.
Ciberseguridad en la educación: el caso del Lincoln College
Concretamente, las entidades educativas y de investigación recibieron una media de casi 2.300 ciberataques cada semana en la primera mitad de 2022, una cifra que representa un aumento del 44% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Se trata de acciones que pueden tener consecuencias devastadoras.
Un buen ejemplo de ello es el caso del Lincoln College. Tras 157 años de actividad, este centro educativo de Illinois (EEUU) se vio obligado a cerrar sus puertas, el pasado mes de mayo, tras sufrir un ataque de ransomware.
En su larga trayectoria, el Lincoln College sobrevivió a un gran incendio en 1912, la pandemia de gripe de 1918 –conocida como gripe española–, la Gran Depresión de 1929, las dos guerras mundiales y la crisis financiera de 2008. Sin embargo, no pudo resistir un ransomware registrado en diciembre de 2021 y cuyos efectos fueron demoledores: el ataque cibernético obligó a la entidad a cesar su actividad permanentemente.
Consejos de ciberseguridad para centros educativos y estudiantes
De cara a evitar casos como el del Lincoln College, los expertos recomiendan robustecer la ciberseguridad en la educación. Y comparten los siguientes consejos para centros educativos y estudiantes:
- Evitar ser víctimas del phishing. Los ciberdelincuentes suelen practicar la suplantación de identidad a través de correo electrónico. Para no ser víctimas del phishing hay que prestar atención a los remitentes de los emails. Y no clicar en enlaces ni descargar archivos que parezcan sospechosos.
- Usar tecnología contra los secuestros informáticos. Gracias a ella es posible detectar signos de ransomware. Y también descubrir mutaciones en ejecución de familias de malware.
- Crear contraseñas robustas. Las contraseñas seguras y los gestores de contraseñas facilitan utilizar servicios como el correo electrónico o las aplicaciones de trabajo con mayor seguridad.
- Ser observadores. Prestar atención a detalles como los dominios, los errores ortográficos en los correos o las páginas web y los remitentes puede evitar que seamos víctimas de los ciberdelincuentes.
- Proteger el correo electrónico. Por último, las medidas de ciberseguridad en la educación deben contemplar soluciones de seguridad para los emails que protejan del malware, los enlaces y archivos maliciosos, el spam, etc.
Archivado en: