Los ataques cibernéticos suponen un quebradero de cabeza para las organizaciones. Ello es así porque son origen del robo de datos confidenciales, daños reputacionales y pérdidas económicas por tiempo de inactividad o pago de rescates –en el caso del temido ransomware–. Y además, una vez que se producen, los ciberataques causan despidos.
Los ciberataques causan despidos en las cúpulas de ciberseguridad
Concretamente, un tercio de los encuestados afirma que su organización reemplazó a los responsables de ciberseguridad tras sufrir un ataque cibernético. Esta es una de las principales conclusiones de un reciente estudio publicado por Rubrik, firma estadounidense especializada en la protección y gestión de datos, en el que han participado más de 1.600 tomadores de decisiones de 10 países.
De igual manera, el 33% de los entrevistados reconoce que tiene poca o ninguna confianza en la capacidad de su organización para recuperar datos críticos tras un ciberataque. Y el mismo porcentaje afirma que sus equipos de TI y operaciones de seguridad (SecOps) están poco o mal alineados llegado el momento de defender a la entidad.
En cuanto a los ciberincidentes registrados, el 52% ha afirmado haber sufrido una violación de datos y el 51% un ataque de ransomware. Y el 92% ha reconocido que le preocupa la posibilidad de no poder mantener la continuidad del negocio en caso de sufrir un ciberataque.
El ‘phishing’ provoca que empleados pierdan su trabajo en EEUU
Que los ciberataques causan despidos no es algo nuevo. Tal y como informó Segurilatam, el estudio Psicología del error humano publicado por Tessian, firma especializada en reforzar la seguridad del correo electrónico, revela que los ataques de phishing provocan que muchas personas pierdan su empleo en EEUU.
De manera especial, las víctimas son engañadas a través de emails que suplantan a un alto ejecutivo de su empresa. Y también cabe destacar el aumento de engaños mediante campañas de smishing. Sobre todo, a los trabajadores con más de 55 años.
Asimismo, el reporte de Tessian pone de manifiesto que, por temor a que los ciberataques causen despidos, el 21% de las personas encuestadas admite no haber informado a sus superiores sobre incidentes de seguridad.
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