Desde julio de 2018, se estableció el 26 de noviembre como el Día Nacional de la Vigilancia y Seguridad Privada. Un día donde el Gobierno nacional de Colombia, por intermedio del Ministerio del Interior, el Ministerio de Defensa Nacional, la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada (Supervigilancia) y los gremios representativos del sector, podrían organizar actos protocolarios y culturales con el fin de destacar el valor y el compromiso de este grupo de trabajadores con la seguridad y la convivencia ciudadana.
Siendo este 26 de noviembre de 2022 el cuarto aniversario de esta conmemoración, como forma de destacar el valor y compromiso de este sector a la seguridad, desde FedeSeguridad quisiéramos contribuir en este espacio haciendo un breve corte de cuentas. Y para esto quisiéramos hacernos estas dos preguntas:
- ¿Qué ha pasado con el sector en estos últimos cuatro años?
- ¿Hacia dónde debería ir el sector en los próximos cuatro años?
Vigilancia y seguridad privada: un sector importante
Para destacar podríamos comenzar contando que Colombia tiene, hoy por hoy, un sector de la seguridad privada con aproximadamente 900 empresas registradas formalmente en la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada que generan ingresos por alrededor de 12 billones de pesos por año, lo que es cerca del 1,2% del PIB (2020).
Un sector que genera, además, unos 400.000 empleos directos entre vigilantes, supervisores, operarios tecnológicos, tripulantes, administrativos, etc. En estos cuatro años, entonces, queda evidenciado que este es un sector grande y relevante para el empleo y para el PIB.
Avances en legislación, regulación y prestaciones
Por su parte, durante este pasado cuatrienio, en términos regulatorios, el Gobierno nacional avanzó en varios puntos contenidos en la Ley del Vigilante, así como en otros que eran necesarios para el sector:
- Se crearon incentivos para la vinculación de mujeres, personas con discapacidad y personas mayores de 45 años en procesos de contratación pública.
- Se reglamentó el seguro obligatorio de vida creado desde 2018.
- Se hizo una actualización de los planes educativos del sector.
- Se emitió la reglamentación de la utilización de armas menos letales en la vigilancia privada.
- Y, como colofón, se actualizó el decreto que establece las bases para el cálculo de la tarifa mínima, que no se actualizaba desde hace más de 15 años.
Retos del sector para los próximos cuatro años
Siendo este sector ya maduro, como los resultados de los últimos cuatro años lo demuestran, los retos que se le imponen para los próximos cuatro años no son menores. Desde Fedeseguridad hemos propuesto algunas claves para el futuro del sector de la vigilancia y seguridad privada bajo la sombrilla de la modernización regulatoria.
En este sentido creemos que la regulación que se cambie durante los próximos cuatro años debe ser una que:
- Permita el acceso al mercado basado en estándares de calidad.
- Promueva el desarrollo de la productividad de las empresas.
- Incentive la competencia basada en calidad e innovación.
- Permita nueva inversión nacional y extranjera supervisada por el Estado.
- Establezca mecanismos de aporte al desarrollo y fomento del sector.
- Establezca herramientas eficaces de control y supervisión.
- Haga un control efectivo sobre los socios y beneficiarios reales de las empresas.
- Establezca un cuerpo colegiado de expertos en seguridad en el órgano de control que permita tomar decisiones estratégicas de manera rigurosa.
Desde Fedeseguridad, finalmente, creemos que, además de ser la conmemoración merecida a un trabajo que continuamente está presente, que genera tranquilidad y seguridad, se trata del momento oportuno para insistir en una reflexión fundamental: más que decirles “gracias” a los profesionales de nuestra industria, que claro que se las merecen y se las damos, es momento para trabajar por un sector de la vigilancia y seguridad privada que brille por su modernización regulatoria y por la formalización y la profesionalización de esta labor. Esto es lo que en estos cuatro años que vienen debería pasar.