Los responsables de proteger las infraestructuras críticas en México tienen una difícil misión. Nos encontramos en un país considerado un territorio violento, complejo. Son común denominador las instituciones de seguridad corrompidas, sin capacidades suficientes, y un sistema judicial azaroso que dan como resultado un ecosistema constante de inseguridad e indiscernible del Estado de derecho.
El papel del director o responsable de protección
Los responsables de proteger las infraestructuras críticas en México han sido honrados con la confianza de un operador de infraestructuras (propietario o concesionario) para diseñar y ejecutar un programa de seguridad que defina los protocolos necesarios para prevenir, proteger, reducir y mitigar riesgos y amenazas que puedan afectar la vida del personal; las finanzas y operaciones de la empresa; los equipos, sistemas y activos (incluidos la información sensible y hasta la imagen y reputación de una marca), así como la de los directivos de la empresa que han delegado esa responsabilidad en un experto como tú.
Pertenecer a la comunidad de profesionales dedicados a la protección de infraestructuras críticas o estratégicas inscribe al director o responsable de Seguridad en un rubro específico dentro de las disciplinas que abarca la seguridad. Y, en consecuencia, lo obliga a ser consciente de la importancia del rol que juega.
Infraestructuras críticas en México y servicios esenciales
La autodeterminación de un país como México se sostiene gracias a determinados servicios esenciales. Estos permiten las funciones sociales básicas: la seguridad, la salud, la alimentación, la educación y el bienestar social y económico de los ciudadanos, así como el funcionamiento de las instituciones del Estado y las estructuras públicas de los tres niveles de gobierno.
Los servicios esenciales circunscriben ciertos sectores en función de su naturaleza y su propósito y la mayoría de los gobiernos del mundo comparten una clasificación para ello: energía, comunicaciones, transportes, sistema financiero, sistema de salud, educación, seguridad, agua, cadena de suministros, comercio y materiales estratégicos, entre otros. Esta clasificación puede variar según los intereses de cada nación.
El funcionamiento de estos servicios esenciales descansa en una serie de inmuebles, redes, sistemas y equipos —tanto físicos como tecnológicos— a los cuales se les conoce como infraestructuras estratégicas. Y se les da la connotación de infraestructuras críticas cuando su funcionamiento es indispensable, no hay alternativas disponibles y, por lo tanto, su perturbación o destrucción tendrían un grave impacto sobre los servicios esenciales.
Las consecuencias provocadas por un daño a una infraestructura pueden, en el mejor de los casos, circunscribirse a los límites de la propia instalación. Sin embargo, muchas infraestructuras críticas en México son interdependientes de otras, lo que conlleva el riesgo de que una perturbación en su sistema pueda generar repercusiones en su propia organización, en su sector o en otros sectores a una magnitud local, regional, nacional o, incluso, internacional. A esto se lo conoce como efectos en cascada.
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Si deseas leer el artículo completo de José Luis Calderón González, director comercial de Eximco, lo encontrarás en el número 23 de la revista ‘Segurilatam’.
