¿Cuáles son los principales desafíos y riesgos que afronta la gerencia de Seguridad del Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) para garantizar la prestación de un servicio esencial como el transporte aéreo?
El ejercicio de la seguridad en infraestructuras críticas y estratégicas es complejo. La protección de infraestructuras estratégicas de uso público, como son las instalaciones aeroportuarias, es una labor aún más complicada.
A los requerimientos de las legislaciones nacionales, la normatividad internacional, la respuesta a los resultados de los polimórficos análisis de riesgos, la implantación de programas de protección y respuesta, equipamiento, recursos humanos, procedimientos, planes de calidad, medición y auditoría, etc., debe añadirse el nada desdeñable reto de que el conjunto de estas medidas y procesos afecten lo menos posible a los pasajeros y usuarios de los aeropuertos durante su tránsito por los mismos, tratando de reducir las esperas al mínimo posible y manteniendo, permanentemente, un trato respetuoso, incluso cordial, durante los procesos de inspección en estricto apego a sus derechos. Pero sin olvidar que el más importante de ellos es el derecho a la vida. Y ese es el principal objetivo de la seguridad muy por encima de cualquier otra actividad.
Suponga que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara el fin de la pandemia de COVID-19. En un escenario tan favorable, ¿la seguridad sanitaria continuará siendo una prioridad en la agenda de riesgos de los operadores de infraestructuras críticas y estratégicas del sector aeroportuario?
La amenaza por virus o bacterias, incluido su uso premeditado con fines terroristas, viene considerándose en los procesos de análisis de riesgos de los aeropuertos desde hace décadas y seguirá estando presente, presumiblemente, durante largo tiempo. Todos hemos aprendido mucho del SARS-CoV-2, de sus formas de transmisión, de su afectación, de sus terribles consecuencias. Pero los trabajos de análisis y prevención que se venían realizando desde hace años en la aviación civil permitieron, junto a otros factores, que el número de contagios en este sector, tanto para pasajeros como para empleados, fuese considerablemente bajo.
¿Qué mejoras se han materializado en los últimos años para reforzar la protección de las infraestructuras del grupo?
La calidad en la prestación de los servicios de seguridad es un compromiso prioritario del Grupo Aeroportuario del Pacífico con sus pasajeros. La inversión únicamente en equipamiento específico de seguridad AVSEC supera los 60 millones de dólares en estos tres años. Entre otros apartados, se ha dotado a todos los aeropuertos del grupo de equipos para la inspección de equipaje documentado de última tecnología que no solo garantizan un proceso de detección de amenazas adecuado, sino que permiten hacerlo a mayor velocidad y con mejor trato para los equipajes, su manipulación y clasificación.
Igualmente, se están incorporando en los puntos de inspección de pasajeros equipos de altas prestaciones conectados a centros de control con sistema de detección en remoto, líneas provistas de sistemas de retorno de bandejas y otros elementos que agilizan el tránsito de los pasajeros, haciéndolo más accesible y menos intrusivo.
“Únicamente en equipamiento específico de seguridad AVSEC, nuestra inversión supera los 60 millones de dólares en los últimos tres años”
A través del Simposium de Seguridad GAP, ¿el Grupo Aeroportuario del Pacífico y su gerencia de Seguridad contribuyen a fomentar una cultura de seguridad relacionada con la protección de las infraestructuras críticas?
El Simposium de Seguridad GAP se ha convertido, en materia de seguridad de la aviación civil, en el foro internacional de encuentro de mayor trascendencia entre representantes de la autoridad, grupos aeroportuarios, aeropuertos, aerolíneas, empresas de seguridad y fabricantes y distribuidores de equipamiento de seguridad especializada, además de entidades y organismos nacionales y extranjeros.
En las últimas ediciones se han venido incorporando distintas empresas y profesionales relacionados con otros sectores de infraestructuras críticas que han enriquecido, con su experiencia, conocimientos y buenas prácticas, los resultados del evento. Esperamos que en la próxima edición, que se celebrará en Guadalajara en mayo de 2023, podamos incrementar esta participación.
El Plan Global de Seguridad de la Aviación (GASeP, por sus siglas en inglés) fue uno de los asuntos protagonistas de la última edición del Simposium de Seguridad GAP. ¿Qué ventajas aporta el GASeP en la protección de las infraestructuras aeroportuarias?
El GASeP aborda las necesidades de los Estados y la industria en lo que respecta a la orientación de todas las iniciativas de fortalecimiento de la seguridad de la aviación mediante un conjunto de acciones, tareas y metas prioritarias acordadas a nivel internacional que deberían resolver la necesidad de medidas eficaces y basadas en riesgos que se evalúen periódicamente para asegurar que reflejen el cuadro cambiante de amenazas. Y también asegurar la implementación efectiva de esas medidas sobre el terreno de manera sostenible, asignar recursos, promover una cultura de la seguridad y establecer una vigilancia nacional eficaz de los sistemas de seguridad de la aviación.
En consecuencia, sus ventajas son mejorar la comprensión y concienciación de los riesgos y la respuesta ante ellos; desarrollar una cultura de la seguridad fundamental para el logro de resultados; promover y aplicar soluciones tecnológicas y fomentar la innovación; contar con procesos eficaces de vigilancia y control de la calidad; e incrementar la cooperación y el apoyo entre todos aquellos que cuentan con cometidos específicos en materia de seguridad de la aviación civil.
Para finalizar, teniendo en cuenta que vivimos en un mundo que cambia a un ritmo vertiginoso, ¿qué le preocupa como experto en seguridad aeroportuaria? ¿Qué nuevos desafíos vislumbra en el horizonte cercano o a mediano plazo?
El desarrollo tecnológico nos ofrece cada día una cantidad ilimitada de novedades, de opciones de mejora y desarrollo. Desgraciadamente, el empleo de sus posibilidades no queda limitado a un uso honesto, leal y comprometido socialmente. La globalización de los movimientos terroristas, radicales y antisistema, su interrelación y sus vínculos con el crimen organizado y los grupos internacionales de delincuencia común desembocan en un intercambio de métodos y recursos, incluyendo el empleo de nuevas tecnologías, que generan nuevas amenazas.