¿Cuándo se incorporó Fabiola Enríquez al mundo de la seguridad? ¿Qué destacaría de su evolución en el sector?
Me incorporé en 2009 por invitación de un amigo con trayectoria en áreas de seguridad pública e inteligencia. Pero, al principio, mis tareas eran de índole administrativa en el área de Seguridad. En pocos meses opté a una vacante como gerente de Seguridad Operativa, siendo esa mi incursión en esta disciplina tan compleja.
En la actualidad, me desempeño como gerente general de Prevención y Control de Riesgos de Grupo Presidente. Mi evolución ha sido constante, siempre hay algo nuevo que aprender, formas alternativas de resolver un problema. Hoy, como responsable de la estrategia de todo el grupo, debo enfocarme en la solución de problemas y sus consecuencias, pensar más en los pros y contras motivada por el cúmulo de experiencias adquiridas desde mis inicios.
¿Cómo valora la incorporación cada vez mayor de las mujeres a la seguridad y su contribución al sector?
El nuestro es un trabajo de constancia en el que debemos ser dinámicas todo el tiempo para estar a la altura de las expectativas, tenemos que esforzarnos el doble para obtener reconocimiento. Las mujeres en seguridad aportamos entendimiento, hacemos varias tareas a la vez, la forma de resolver los problemas es distinta y la intuición que desarrollamos al realizar investigaciones nos ayuda a aportar elementos de solución, empatía hacia los colaboradores, disciplina y, sobre todo, honestidad.
Bajo el punto de vista de Fabiola Enríquez, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el sector de la seguridad?
Si hablamos del tema operativo, la falta de guardias para realizar el trabajo de custodia y seguridad intramuros es un reto. Reclutar a la persona adecuada es importante. Y una vez que se tiene al personal para realizar el trabajo, no debe escatimarse en capacitación y estrategias para retener el talento.
Otro de los temas importantes es el de la ciberseguridad, pues los riesgos durante la pandemia fueron altos y tuvimos que estar a la altura de las circunstancias en poco tiempo. Son tantas las formas de ingresar a los sistemas que la colaboración directa con los usuarios y el departamento de TI es necesaria para contrarrestar cualquier amenaza.
En el sector hotelero, el incremento de la incidencia delictiva en todo el territorio, sin castigo para los delincuentes ni acciones concretas por parte de las autoridades, es un asunto que merma en la percepción del turista para visitar ciertas zonas del país. Y, sin duda, no permite el desarrollo de las zonas que lo necesitan.
Para finalizar, ¿qué mensaje desea transmitir Fabiola Enríquez a las mujeres que quieren incorporarse al mundo de la seguridad?
Que no se limiten. En cualquier carrera habrá obstáculos que enfrentar y problemas que resolver. Han de tener la piel gruesa para que sean más objetivas al pensar en una solución. Estamos a la altura de las circunstancias, pero debemos ser constantes para mantenernos en este camino y buscar siempre el aprendizaje a través de colaboraciones con colegas del medio o con las certificaciones disponibles. La mujer puede encontrar su equilibrio personal y profesional en la seguridad. No es sencillo, pero nada nos resulta imposible.
