¿Cuándo se incorporó Concha Martínez Cano al mundo de la seguridad?
Me incorporé al mundo de la seguridad en el año 2009. Podría decirse que no entraba en mis planes, ya que, en aquel momento, me encontraba trabajando en una de las entidades financieras más importantes de España. Pero el BDM de una gran multinacional del sector de la seguridad privada me ofreció incorporarme a su equipo y accedí.
Desde 2009 hasta la actualidad, ¿qué destacaría de su evolución en el sector?
Destacaría lo importante que ha sido la evolución y transformación tanto en el ámbito de la seguridad pública como en el de la seguridad privada. Cuando comencé había que dejar de lado los estereotipos y dejar de creer que el sector de la seguridad solamente podía ser masculino, puesto que se entendía que un factor importante era la fuerza física; sobre todo si se trataba de servicios de vigilancia. Afortunadamente, se pudo demostrar que esto no era así. En la seguridad prima la prevención y un alto nivel de interlocución para el manejo de crisis en situaciones de riesgo.
En el año 2009, cuando me incorporé, el porcentaje de mujeres que pertenecía al sector de la seguridad solo era del 5%. Hemos avanzando y ya representamos el 13%. Algo que se debe, en parte, a la labor de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior de España y a la demanda de clientes de incorporar mujeres al sector.
¿Cómo valora Concha Martínez Cano la incorporación cada vez mayor de las mujeres a la seguridad y su contribución al sector?
Lo valoro de una forma muy positiva. Agradezco que cada vez haya más empresas cuyos departamentos de Recursos Humanos incorporen programas de igualdad a sus políticas cuyo objetivo es buscar personas profesionales, con la aptitud y capacidad necesarias, para desarrollar su trabajo con la mayor eficiencia y que no se trate de una cuestión de género.
Bajo el punto de vista de Concha Martínez Cano, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el sector de la seguridad?
Sin duda, uno de ellos es la demografía, la migración y el crecimiento de las grandes ciudades. Por otro lado se encuentran factores sociales como el aumento de la delincuencia y del terrorismo, que provocan miedo e incertidumbre en la población. Y también hay que considerar las catástrofes naturales como inundaciones, incendios y sismos en determinadas regiones.
Hoy más que nunca se debe apostar por una estrecha colaboración entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la empresa privada para combatir estos retos. Finalmente, no debemos olvidar que la tecnología debe verse como una oportunidad para combatir estos retos, pues es la causante de una mejora al acceso de los datos e información y crea oportunidades para el surgimiento de nuevas industrias y tipología de nuevos puestos de trabajo.
Para finalizar, ¿qué mensaje desea transmitir a las mujeres que quieren incorporarse al mundo de la seguridad?
Acabo de iniciar mis estudios en Psicología y leí una gran frase de Virginia Satir que dice: “No podemos dejar que las percepciones limitadas de los demás terminen definiéndonos”. Que luchen por sus sueños y los hagan realidad.
