Antes de entrar en detalle en materia de videograbadores embarcados en aviones, conviene recordar que el propósito principal de la videovigilancia en vuelos comerciales es proteger la integridad de la tripulación y de los pasajeros. Esto se consigue instalando un circuito cerrado de televisión (CCTV) con cámaras en cuatro espacios distintos del avión: el acceso a la cabina de vuelo, los pasillos, la bodega de equipaje y el exterior del aparato.
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En la zona de pasajeros, por ejemplo, la videovigilancia permite a los asistentes de vuelo responder de manera adecuada a cualquier incidente que pueda surgir durante el vuelo. Si un pasajero muestra un comportamiento agresivo, los auxiliares pueden alertar rápidamente a los pilotos y tomar las medidas necesarias.
Además de la seguridad, los sistemas de videovigilancia en vuelos comerciales también pueden ayudar a las aerolíneas a mejorar su servicio al cliente. Al comprender mejor las necesidades de los pasajeros, las compañías aéreas pueden adaptar sus servicios. Por ejemplo, si los pasajeros muestran una necesidad recurrente, las aerolíneas pueden mejorar su oferta y hacer que el vuelo sea más cómodo para todos.
Videograbadores embarcados en aviones
Los dispositivos de grabación instalados en vuelos comerciales sirven el propósito de grabar y almacenar imágenes captadas por las cámaras instaladas a bordo de la aeronave. El acceso a las imágenes se efectúa mediante el uso de una red local.
A través de este artículo técnico repasaremos las tres especificaciones a las que ha respondido Lanaccess en su último proyecto de personalización de soluciones: videograbadores embarcados para el sector de la aviónica.
Este proyecto, emprendido en colaboración con un proveedor de sistemas de aviónica, se confió a la multinacional Lanaccess (que cuenta con su propia oficina y departamento técnico en la Ciudad de México) porque la tecnología fría de los videograbadores que fabrica reduce el riesgo de averías y elimina la necesidad de mantenimiento preventivo.
Minimizar las reparaciones y el mantenimiento ayuda a reducir los tiempos en tierra (ground time, como se conoce internacionalmente), uno de los objetivos de las aerolíneas porque los tiempos de tierra prolongados pueden provocar riesgos operativos, económicos y ambientales. Además, el firmware compacto y dedicado de estos videograbadores acelera el procesamiento de imágenes.
A continuación se enumeran tres requisitos básicos que el equipo de innovación de Lanaccess ha cumplido holgadamente.
1. Certificación DO-160.
El objetivo de esta certificación es verificar que los proveedores de sistemas de aviación cumplen con estándares en materia de seguridad, capacidad y eficiencia. Algunos de los estándares son: temperatura y altitud; choques operativos, vibraciones; efectos magnéticos; voltajes; susceptibilidad a la radiofrecuencia y emisiones de radiofrecuencia; y efectos directos provocados por el impacto de rayos.
Uno de los elementos más destacados de este proyecto es el diseño completo, desde cero, de una fuente de alimentación adaptada al entorno de una aeronave. Esta nueva fuente cumple todos los requisitos especificados en la norma DO-160 referentes a interferencias electromagnéticas, descargas eléctricas, interrupciones de alimentación, bajadas y subidas de tensión, y vibraciones.
Por otro lado, los conectores toleran más vibración que la generada en condiciones normales. Asimismo, los componentes del equipo soportan temperaturas más extremas.
2. Sistema de configuración automático.
En una instalación en tierra, Lanaccess proporciona a sus clientes asistentes de instalación personalizados para facilitar la puesta en marcha de los equipos con ayuda de ordenadores portátiles. No es el caso de los videograbadores embarcados en aviones, que no cuentan con los conectores necesarios. Así, en los aeroplanos, el equipo debe detectar su posición con relación al fuselaje e iniciar un proceso de instalación automática.
3. Adaptaciones técnicas.
- La fuente de alimentación citada anteriormente, además de cumplir con la certificación pertinente, incluye la novedad de ser válida tanto para el sistema de grabación como para proporcionar PoE a las cámaras conectadas al videograbador.
- Integración ONVIF para las cámaras y el software de gestión. Este protocolo estándar permite la interoperabilidad entre fabricantes.
- Pinout adaptado a las especificaciones del cliente. Cambiar el cableado de un avión es una tarea prácticamente imposible. Por eso, los grabadores se han adaptado a la especificación de los conectores de las cámaras.
- Conectores específicos para la aviónica.
La videovigilancia cada vez es más común en los vuelos comerciales. Las aerolíneas están implementando sistemas de videovigilancia a bordo de sus aviones para mantener la seguridad de los pasajeros y la tripulación. Los aviones privados y los de carga también usan esta tecnología.
Con los videograbadores de Lanaccess a bordo, escalables a cualquier tipo de aeroplano, la fiabilidad del sistema CCTV está garantizada.
Ejemplo de infraestructura de videovigilancia instalada en un avión comercial con capacidad para 140 pasajeros.
Videograbadores: dos dispositivos de alto rendimiento con capacidad de 12 cámaras IP por dispositivo.
- Cumple la certificación de aviónica DO-160.
- Discos SSD industriales.
- Capacidad media de 1 TB.
- Dotado de conectores específicos para aviónica.
Cámaras: aunque cada espacio necesita una cámara específica, todas tienen conexión PoE:
- Cámara externa, ubicada en la parte inferior del avión.
- Pasillo de acceso a la cabina del piloto: tres cámaras IP.
- Bodega: cámaras IP inteligentes dotadas de sensor de movimiento que permiten iniciar la grabación solo en el transcurso de un evento.
- Habitáculo de pasajeros: cámaras IP colocadas en los pasillos.
Aplicativo: software de gestión de vídeo con una doble función:
- Gestión y transmisión de vídeo.
- Supervisión del estado de las cámaras, incluido el cableado.
Visor: las pantallas instaladas en la cabina del piloto para diferentes usos muestran también el aplicativo conectado al grabador.
