El pasado 1 de julio entró en vigor el T-MEC, el tratado de libre comercio entre México, EEUU y Canadá. Al respecto, desde Agrupaciones de Seguridad Unidas por un México Estable (Asume) han observado que el T-MEC es positivo para incrementar la competitividad del país y un revulsivo para enfrentar los efectos de la crisis económica provocada por la pandemia del COVID-19. Además, Asume ha señalado que la nueva ley de seguridad privada deberá estar armonizada con el nuevo tratado.
En calidad de impulsora de la nueva ley de seguridad privada y de la Cámara Nacional de la Industria de la Seguridad, Asume considera que el T-MEC contribuirá a la generación de negocios, así como a la creación de empresas y empleos. Algo que será posible gracias a unas reglas que brindarán certeza jurídica para invertir y contratar productos y servicios en todas las ramas productivas.
En el caso del sector de la seguridad privada, que representa cerca del 2% del PIB nacional y está conformado por más de 8.000 empresas y 600.000 trabajadores, se encuentra preparado para cumplir con las disposiciones legales que implica el T-MEC, indican desde Asume.
Marco legal moderno
Como avanzó Armando Zúñiga Salinas, coordinador de Asume, en la entrevista concedida a Segurilatam, la asociación está colaborando en el desarrollo de una nueva ley de seguridad privada de carácter nacional. En un seminario virtual celebrado el pasado mes de abril, Zúñiga Salinas explicó que la norma “ayudará a homologar, a nivel nacional, los requisitos que se les exige a las empresas de seguridad privada para obtener las autorizaciones. Y también a que exista una mayor y mejor coordinación entre las autoridades federales, estatales y municipales”.
Según la diputada Juanita Guerra Mena, presidenta de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso de la Unión, el proyecto de la nueva ley de seguridad privada conllevará una reforma constitucional. “En los próximos meses intentaremos avanzar y sumar esfuerzos con la seguridad privada. Consideramos esencial que se reforme la Constitución, ya que la iniciativa beneficia tanto al sector como a la sociedad mexicana”, ha manifestado.
Para la industria de la seguridad privada mexicana, el T-MEC es una gran oportunidad. Pero, al mismo tiempo, representa desafíos para su cumplimiento. Por ello, el sector considera necesario contar con un marco legal moderno que ayude a darle un impulso de crecimiento.
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