Los sensores infrarrojos son grandes desconocidos para el gran público. Sin embargo, se utilizan para diferentes fines en muchos ámbitos. A través de este artículo explicamos qué es un sensor infrarrojo, cómo funciona y cuántos tipos existen. Y, además, nos ocupamos de sus aplicaciones; de manera especial, en el sector de la seguridad. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es un sensor infrarrojo?
Un sensor infrarrojo es una parte del espectro electromagnético que se sitúa más allá del espectro visible. Este artilugio es capaz de detectar e interpretar la radiación infrarroja, invisible para el ojo humano, emitida por seres vivos y objetos que se encuentren a una temperatura mayor a 0 grados Kelvin. Incluso en condiciones ambientales adversas. De ahí que desempeñe un papel tan importante en el mundo de la seguridad.
¿Cómo funciona este tipo de dispositivo?
En lo referente al funcionamiento de un sensor infrarrojo, se basa en dos componentes principales: un emisor y un receptor.
- El emisor lanza una señal infrarroja que, al encontrar un ser vivo o un objeto, se refleja hacia el receptor.
- Dependiendo de la intensidad de la señal reflejada, los infrarrojos pueden determinar la distancia del ser vivo u objeto detectado.
Para su funcionamiento, estos dispositivos se sirven de componentes piroeléctricos sensibles a las variaciones de radiación en un campo determinado. Y también emplean células encargadas de filtrar señales que pudiesen generar falsas alarmas, como, por ejemplo, la radiación solar.
¿Cuántas clases de sensores infrarrojos hay?
En cuanto a los tipos de sensores infrarrojos, estos se dividen, a grandes rasgos, en dos clases: activos y pasivos.
- Sensores infrarrojos activos. Son un ejemplo de lo detallado en el apartado anterior. Estos sensores utilizan una fuente de luz infrarroja y un receptor con el objetivo de detectar la luz reflejada.
- Sensores infrarrojos pasivos (PIR, por sus siglas en inglés). Aunque no emiten su propia luz, sí detectan la radiación infrarroja emitida por seres vivos y objetos. Un ejemplo son los detectores de movimiento con PIR. Habitualmente, se emplean en sistemas de seguridad y domótica.
Junto a ellos, también deben considerarse los sensores térmicos por infrarrojos para medir temperaturas en superficies. Y los sensores de imagen térmica, que, como indica su denominación, contribuyen a generar imágenes basadas en la radiación térmica.
¿Para qué se utilizan los sensores infrarrojos?
Como comentábamos al inicio del post, los sensores infrarrojos son grandes desconocidos para muchos ciudadanos. Sin embargo, son ampliamente utilizados a diario y también se contemplan para futuros desarrollos y tendencias.
Aplicaciones en la electrónica de consumo:
- Control remoto por infrarrojos. En el contexto doméstico, las señales infrarrojas facilitan controlar aparatos como televisores y equipos de aire acondicionado. Esto puede hacerse a través de mandos a distancia o incluso desde un teléfono móvil inteligente
- Sensores de proximidad en teléfonos móviles. Ya que hemos hecho referencia al smartphone, algunos modelos poseen sensores de proximidad que funcionan mediante infrarrojos.
Aplicaciones en el sector de la salud:
- Equipos de diagnóstico médico. Entre las aplicaciones de los sensores infrarrojos cabe destacar las relacionadas con el sector de la salud. Una de ellas es su uso en equipos de imagen para diagnosticar y hacer seguimiento de enfermedades.
- Termómetros infrarrojos. Adquirieron notoriedad a raíz de la pandemia de COVID-19. Gracias a un sensor infrarrojo, estos dispositivos miden la temperatura corporal sin contacto. Y son muy utilizados tanto en centros de salud como en el ámbito doméstico.
Aplicaciones en el sector industrial:
- Sensores de infrarrojos en robótica. Son de gran ayuda para que los robots industriales detecten obstáculos que les impidan realizar sus funciones de forma autónoma.
- Control de procesos industriales. Otra de las aplicaciones de estos sensores en la industria es el monitoreo de la temperatura en procesos industriales críticos; como, por ejemplo, la fundición de metales.
Desarrollos futuros y tendencias:
- Sensores infrarrojos en la inteligencia artificial (IA, por sus siglas en inglés). La IA tampoco es ajena al uso de estos dispositivos. En este campo, un sensor infrarrojo es de utilidad en aplicaciones como el reconocimiento facial o la detección de emociones.
- Sensores infrarrojos en vehículos autónomos. Por último, gracias a los sensores infrarrojos, los vehículos autónomos son capaces de detectar otros vehículos, personas y obstáculos con el objetivo de evitar accidentes de tráfico o atropellos a viandantes.
Aplicaciones de los sensores infrarrojos en seguridad
Si nos centramos en el sector de la seguridad, veremos que los sensores infrarrojos son aplicados ampliamente a numerosos fines y utilizados en distintos tipos de dispositivos:
- Control de accesos. Los sistemas de control de acceso con sensores infrarrojos aportan una mayor precisión y, por ende, seguridad en comparación con otros convencionales.
- Drones de seguridad. En materia de protección perimetral, los drones equipados con sensores infrarrojos ofrecen una perspectiva única y eficiente para vigilar grandes áreas. De esta forma, posibilitan responder rápida y eficazmente ante cualquier amenaza.
- Detección de incendios. De igual manera, los sensores infrarrojos pueden identificar cambios en la temperatura y la radiación térmica, siendo muy útiles, pues, en la detección y activación de alarmas en caso de incendio.
- Sistemas de alarma y detección de movimiento. Además, forman parte de los sistemas de alarma de hogares y empresas, detectando cambios en la radiación infrarroja causados por movimientos. En esas situaciones, activan alertas y notificaciones que son enviadas a los usuarios o los servicios de seguridad. A propósito: en Segurilatam te ayudamos a elegir los mejores sistemas de seguridad para tu vivienda.
- Videovigilancia con cámaras térmicas. Finalmente, en entornos de baja visibilidad o con condiciones climáticas adversas, las cámaras térmicas con sensor infrarrojo son esenciales para labores de videovigilancia, puesto que captan el calor emitido por seres vivos u objetos y, por lo tanto, su presencia.
En definitiva, los sensores infrarrojos son muy beneficiosos en el sector de la seguridad al ofrecer capacidades de detección avanzadas. Desde la protección del hogar hasta la vigilancia en infraestructuras críticas, estos dispositivos contribuyen, sin duda, a crear entornos más seguros.
Por todo lo expuesto, confiamos en haberte ayudado a entender qué es un sensor infrarrojo, cómo funciona, cuántos tipos hay y cómo se utiliza tanto en el ámbito de la seguridad como en otras aplicaciones en nuestro día a día.
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