-En diciembre de 2018, usted asumió la comandancia de la Armada de Colombia. ¿Cómo ha evolucionado la fuerza naval desde entonces?
Teniendo en cuenta que siempre estamos en constante innovación operacional para enfrentar todos los fenómenos de criminalidad, desde mi nombramiento se han implementado algunos cambios orientados a contribuir a un mejor desempeño institucional. Entre ellos, una modificación de la estructura organizacional. En este sentido, el cambio más importante ha sido la creación de tres jefaturas de Estado Mayor que aglutinan los procesos de operaciones, de personal y de apoyo a la fuerza.
Otro asunto destacado, si bien era una iniciativa de mis antecesores, es el seguimiento y acompañamiento del documento CONPES Colombia: Potencia bioceánica sostenible 2030. El mismo tiene un carácter prospectivo y estratégico que busca posicionar los océanos en la agenda pública como factor de desarrollo del país en los próximos años.
Por otro lado, con el fin de promulgar de la mejor manera la creación de un pensamiento estratégico naval y marítimo, se dio impulso a la creación de la Academia Naval de Estudios Estratégicos (ANEES). Considero que es un gran aporte para posibilitar que los oficiales puedan construir un pensamiento naval estratégico propio, adaptado a las necesidades y realidades de nuestro país.
Asimismo, se ha adquirido una corbeta coreana de la clase Pohang que fortalecerá la capacidad operacional de la Armada Nacional. Y el 24 de julio ha sido declarado Día de la Armada de Colombia. Esto es relevante, ya que supone un avance en la creación de una conciencia marítima y naval en los ciudadanos.
-A grandes rasgos, ¿cuáles son los principales objetivos de la Armada Nacional? ¿Cómo contribuye la fuerza naval a proteger a la sociedad colombiana?
La Armada Nacional tiene como objetivo contribuir a la defensa de la nación a través del empleo efectivo de un poder naval flexible en los espacios marítimo, fluvial y terrestre bajo su responsabilidad con el propósito de cumplir la función constitucional y participar en el desarrollo del poder marítimo y la protección de los intereses de los colombianos.
Para materializar dicho fin se implementó la denominada Estrategia Pentagonal, puesto que cada lado de esta figura geométrica se identifica con los diferentes roles que desempeña la Marina de Guerra de Colombia: Defensa y Seguridad, Seguridad Marítima y Fluvial, Protección del Medio Ambiente, Desarrollo Marítimo y Rol Internacional. Realizamos desde operaciones contra los fenómenos de crimen transnacional hasta esfuerzos en la preservación del medio marino, pasando por actividades para salvaguardar la vida humana en el mar o la presencia en otros mares y puertos.
Y la Armada Nacional ejecuta el Plan de Campaña Naval Bicentenario Almirante Padilla, que tiene como objetivos operacionales neutralizar la estructura armada del Sistema de Amenazas Persistentes (SAP), neutralizar el subsistema de recursos del SAP ocasionando la disrupción en sus sistemas y contribuir a la protección del agua, la biodiversidad y el medio ambiente.
“Especialmente en los espacios marítimos, el narcotráfico continúa siendo una amenaza latente en todo el territorio nacional”
-En la actualidad, ¿cuáles son los ilícitos más frecuentes a los que la Armada de Colombia debe hacer frente?
Dada la dinámica de los fenómenos de criminalidad y de los factores de inestabilidad que tienen presencia en el territorio nacional, la Armada de Colombia debe hacer frente a todos aquellos que se presenten en las áreas de la jurisdicción marítima y terrestre, así como en las áreas de responsabilidad fluvial.
La presencia de grupos armados organizados y de grupos de delincuencia organizada genera la comisión de múltiples actividades ilícitas a las que se debe hacer frente con toda la capacidad institucional.
El narcotráfico continúa siendo una amenaza latente en todo el territorio nacional. En especial en los espacios marítimos, teniendo en cuenta que las organizaciones dedicadas a esta actividad criminal pretenden hacer uso del mar para el transporte y comercialización de los alcaloides. El contrabando y el tráfico ilegal de migrantes por vía marítima también son algunas de las actividades criminales a las que debemos combatir en los espacios marítimos de Colombia.
De igual forma, la Armada Nacional hace un esfuerzo importante en el combate a la pesca ilegal, el tráfico ilegal de especies, la explotación inadecuada de recursos maderables o la minería ilegal y criminal.
-En materia de seguridad, ¿cuáles son los asuntos que más le preocupan al Comando de la Armada de Colombia?
Para el Comando de la Armada, todos los fenómenos de criminalidad que afecten el cumplimiento de la misión y, por ende, la seguridad y bienestar de los colombianos serán siempre una fuente de preocupación.
Sin embargo, existen fenómenos como el narcotráfico al cual dedicamos nuestro mayor esfuerzo. Para ello, además de la capacidad institucional propia, también buscamos la cooperación internacional. Como en el caso de la campaña naval contra el narcotráfico Orión, diseñada por Colombia y liderada por la Armada Nacional. La misma ha dado resultados muy importantes en la lucha contra el narcotráfico, logrando en 150 días de operación la incautación de más de 135 toneladas de cocaína y 37 toneladas de marihuana.
Igualmente, dadas las condiciones actuales en el país, el tema de la protesta social también genera un foco de atención, puesto que cada vez afecta a más regiones e involucra a más actores a los que la fuerza pública, como un todo, debe enfrentar.
Y una preocupación constante de la Marina de Guerra de Colombia es la defensa de la soberanía y la integridad territorial. En tal virtud, los aspectos de defensa y seguridad, tanto en las fronteras marítimas como en las áreas de responsabilidad fluvial fronteriza, siempre serán una prioridad en la agenda operacional de la institución.
-En los últimos años, muchos países han reforzado las políticas encaminadas a reforzar la protección de sus infraestructuras críticas. En el caso de Colombia, ¿qué papel juega la Armada en la seguridad de dichos activos?
En las áreas de jurisdicción de la Armada Nacional existe una representación importante de activos estratégicos del país. En ese listado podemos enumerar los puertos y terminales portuarios tanto en el mar Caribe como en el océano Pacífico. Y amarrados a ellos se encuentran los canales de acceso marítimos. También debemos contemplar el tendido de cables submarinos que cruzan el espacio marítimo colombiano.
De igual forma, se está observando un crecimiento vertiginoso en el tema de exploración y explotación costa afuera, lo que implica la presencia de plataformas offshore.
De acuerdo con la Política de Defensa y Seguridad Nacional, por primera se definieron como activos estratégicos el agua, la biodiversidad y el medio ambiente. Por tal razón, las actividades que realiza la Armada Nacional en su jurisdicción, encaminadas a la protección de esos activos, cobran una mayor relevancia. Además, la institución participa de manera activa en el desarrollo de la campaña Artemisa, orientada a combatir todos los fenómenos que atenten contra el medio ambiente.
“El ciberespacio es un nuevo teatro de operaciones que no es ajeno ni aislado a los que ya existían: tierra, mar, aire y espacio”
-Para muchos analistas, actualmente se está librando una guerra mundial en el ciberespacio. ¿Está de acuerdo con dicha afirmación? ¿Cuáles son los cometidos de la Unidad Cibernética de la Armada Nacional?
Existen múltiples definiciones sobre la guerra cibernética. La mayoría apunta a que la misma se da a través del enfrentamiento de dos o más naciones o estados en el ciberespacio, lo cual, hasta el momento, no se ha evidenciado de forma clara. En concordancia con lo anterior, ninguna nación o estado le ha declarado una guerra cibernética a otra, por lo cual no se evidencia un conflicto cibernético de orden mundial. Lo que sí es evidente es el crecimiento de las múltiples amenazas de naturaleza cibernética, las cuales pueden afectar a la defensa y seguridad de las naciones. Hablamos de ciberterrorismo, ciberespionaje, cibersabotaje, hacktivismo, etc.
Dicho esto, el ciberespacio es un nuevo teatro de operaciones que no es ajeno ni aislado a los que existían anteriormente (tierra, mar, aire y espacio). Por lo tanto, debe ser blanco de acciones de supervisión y control por parte de las fuerzas militares, al tiempo que se deben generar estrategias que permitan explotar este ámbito para la protección de los intereses de la nación.
En cuanto a la Unidad Cibernética de la Armada Nacional, su principal cometido es garantizar una ventaja estratégica a través del ciberespacio por medio del desarrollo de capacidades de defensa activa y pasiva. Para dar cumplimiento a lo anterior, desarrolla actividades con el fin de prevenir, detectar y neutralizar amenazas y ataques que puedan afectar la infraestructura crítica cibernética naval y los intereses marítimos de la nación a través del ciberespacio.
-¿Cuál es el grado de colaboración existente entre la Armada de Colombia y las fuerzas navales de otros países?
Considerando que muchas de las actividades criminales a las que debe hacer frente la Armada Nacional son de carácter trasnacional, la cooperación internacional ha sido un mecanismo empleado con mucho éxito y se pone de manifiesto en la existencia de diferentes convenios de cooperación vigentes.
Por ejemplo, existe un acuerdo de interdicción marítima con EEUU, Panamá y el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC-N, por sus siglas en inglés). También se han suscrito convenios de cooperación marítima con Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Perú y República Dominicana, un acuerdo de cooperación de asuntos antárticos con Chile, memorandos de entendimiento con Brasil y Países Bajos, otro de cooperación con Corea del Sur y un protocolo de cooperación en materia de defensa con España.
La existencia de esos mecanismos de cooperación facilita el planeamiento y desarrollo de operaciones internacionales que, a su vez, fortalecen los lazos de cooperación e intercambio operacional con otros países.
Como he comentado anteriormente, un ejemplo de esa colaboración existente entre la Armada Nacional y las fuerzas navales de otros estados es la campaña naval contra el narcotráfico Orión. En su última edición contó con la participación de 22 países y 11 agencias internacionales de América y Europa. Se trata de un ejemplo claro de que la sinergia operacional, la suma de capacidades y la cooperación internacional generan mejores resultados en la lucha contra los fenómenos de criminalidad trasnacional.
Por otro lado, la Armada Nacional, a través de las escuelas de capacitación de Guardacostas, de Inteligencia y de Combate Fluvial, en una actividad de cooperación académica, ha brindado formación a más de 4.500 personas de 26 países, contribuyendo de esa manera a la seguridad en la región.