¿Qué significa la celebración del Día Internacional de la Mujer para Graciela Pataro y las mujeres vinculadas a la ciberseguridad?
Más allá de aquellas que trabajan en el rubro de la ciberseguridad, el Día Internacional de la Mujer es un logro para todas las mujeres. Es un orgullo ver cómo este día se celebra en todo el mundo y que el mes de marzo se dedica a las mujeres que aportan día a día con su trabajo para el bien de todos.
¿Por qué eligió desempeñarse en el ámbito de la seguridad cibernética? ¿Qué le ha aportado esta especialidad en lo personal y en lo profesional?
Hace muchos años comencé a desempeñarme en el área de auditoría de sistemas en banca y seguros. Concretamente, trabajé 34 años en esa área. En lo personal me ha dado un conocimiento muy amplio de medidas, controles, implementación de políticas, análisis de riesgos en muchas áreas empresariales, etc., lo cual me ha permitido codearme con personal de todas las jerarquías de las organizaciones. Eso me ha dado un roce importante con todo el personal, muchas satisfacciones y algunos dolores de cabeza (bromea).
Bajo el punto de vista de Graciela Pataro, ¿qué aportan las mujeres, independientemente de su rol, al ámbito de la ciberseguridad? ¿Cuál es su valor agregado?
La mujer aporta mucha más empatía y espíritu conciliador en todos los conflictos internos. A partir de ello, su visión es muy valorada en las empresas que permiten a las mujeres llegar a esos nichos.
A su juicio, ¿cuáles son los principales retos de las mujeres en el ámbito de la seguridad informática?
Principalmente, el famoso techo de cristal. Muchas mujeres quedan relegadas a tareas de menor jerarquía por menospreciarse su posible aporte a la función. Y también por no comprender que la visión y el manejo de la mujer es más rico, organizacionalmente, que el de sus colegas hombres.
¿Cuál es el consejo de Graciela Pataro para las mujeres que desean desempeñar algún rol profesional relacionado con la seguridad cibernética?
Sigan aspirando a llegar y rompan los moldes estereotipados de larga data. Afortunadamente, esto está ocurriendo ya, aunque lentamente. No hay que claudicar.
