Natalia Tinjacá Directora técnica de SeguridadTransMilenio

Natalia Tinjacá: “Las mujeres de TransMilenio dan lo mejor de sí para que el sistema de transporte de Bogotá sea seguro”

Natalia Tinjacá, directora técnica de Seguridad en TransMilenio.

Natalia Tinjacá, directora técnica de Seguridad en TransMilenio.

“En TransMilenio trabajan 736 mujeres en la dirección técnica de Seguridad y 5.437 en el sistema de transporte. Mujeres que, día a día, entregan lo mejor de sí mismas”, declara Natalia Tinjacá a ‘Segurilatam’.

¿Qué significa la celebración del Día Internacional de la Mujer para Natalia Tinjacá y las profesionales que trabajan en el ámbito de la seguridad?

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer nos recuerda la lucha que han tenido las mujeres a lo largo del tiempo por establecer sus derechos civiles. Derechos que, desde mucho tiempo atrás, les fueron negados. La muerte de mujeres en fábricas elevó su voz y les dio esa representatividad que no ha sido un cambio transcendental de un momento a otro, sino que ha sido paulatino y creo que aún estamos por lograr muchas cosas más.

Entrevista relacionada: Natalia Tinjacá: “En TransMilenio entendemos el concepto de seguridad en su más amplia acepción”

Desde el ámbito de la seguridad, para nosotros es fundamental. Y este día nos recuerda y resignifica la importancia de darle a la mujer esa igualdad de género, darle el bienestar en todos los ámbitos para que podamos construir una sociedad más justa y equitativa. Y, especialmente, garantizar el acceso a oportunidades y a los servicios que ofrece el transportarse por la ciudad, el empoderar a la mujer en el espacio público que normalmente ha sido percibido como un espacio para los hombres.

Entonces, desde la entidad hacemos un llamado al compromiso de las entidades por erradicar las violencias basadas en género y el acoso sexual callejero en el sistema TransMilenio. Y no sólo en el sistema, sino también en el espacio público, que es el que permite que las mujeres accedan al sistema. Sin duda, es un desafío. Porque esto no es una labor de una sola entidad. Aquí necesitamos a las secretarías de la Mujer, Seguridad y Movilidad, a Integración Social y a todos aquellos que trabajan en este tema y nos tocan.

Asimismo, representa un gran compromiso interno. En TransMilenio trabajan 736 mujeres en la dirección técnica de Seguridad y 5.437 en el sistema. Mujeres que, día a día, entregan lo mejor de sí mismas por tener un sistema seguro para todos.

¿Cómo llegó Natalia Tinjacá al ámbito de la seguridad? ¿Qué le aporta en lo personal y en lo profesional?

Soy ingeniera civil con énfasis en el transporte. Estudié en la Universidad Nacional de Colombia, un espacio percibido como un ámbito masculino al igual que la ingeniería civil. La palabra de la mujer era secundaria. Luego, con el paso de los años, las mujeres hemos ido ganando posicionamiento y reconocimiento. Y esto nos ha permitido enfocar las labores en distintos aspectos.

Específicamente, ingresé a la seguridad por la seguridad vial. Su objetivo es cero muertes en el tránsito y abarca todos los aspectos de la seguridad operacional de un sistema de transporte como es el transporte público. En el caso de TransMilenio, conlleva un esfuerzo en ingeniería, educación y control para lograr un sistema más equitativo y seguro.

La visión cero establece que ninguna muerte en el tránsito es aceptable por ninguna causa, ya sea seguridad ciudadana, atropellamientos, emergencias… Nadie debe morir por moverse. Y el diseño de un sistema de transporte tiene que ser compasivo con el error humano, es decir, podemos cometer errores pero no deben ser fatales. Además, ha de asignar la responsabilidad a los diseñadores del sistema, que somos los encargados de planificar la infraestructura y tomar decisiones importantes para la ciudad.

Este enfoque requiere una empatía con los usuarios. Y eso fue también lo que me llevó al trabajo del día a día, principalmente con los más vulnerables, y a la orientación de género para dar una seguridad en el sistema. Lo que más me inspira es que debemos ser compasivos, entender y ponernos en el zapato del otro. Eso requiere planificar el tránsito como si fuéramos los más vulnerables, ponernos en el lugar de una niña con una altura de un metro que ve la ciudad de forma distinta y siente miedo. Y ponernos también en el lugar de las mujeres que quieren acceder de forma segura al transporte.

De hecho, las mujeres somos las que más movilizamos el transporte público. Generamos más viajes de cuidado, somos las que llevamos al abuelito, acompañamos a citas médicas, hacemos el mercado, cuidamos de los niños… Pero también nos movemos más en el barrio, nos movemos más en el espacio público, utilizamos más el taxi, el bus y el Transmilenio. De acuerdo con la última encuesta de movilidad, se realizan 8,7 millones de viajes en transporte público; y, de ellos, el 72% lo hacemos las mujeres.

Esto también nos inspira para que las mujeres se muevan seguras. A dicho fin se han sumado distintos colectivos y nuestro alcalde con el plan Bogotá Camina Segura. Ese enfoque a la mujer y los más vulnerables es muy inspirador en mi día a día. En definitiva, tener un sistema de transporte con visión cero llama a una corresponsabilidad, a un diseño equitativo y de empatía.

Marcela Linares Vásquez, comercial de ‘Segurilatam’ en Colombia, y Natalia Tinjacá, directora técnica de Seguridad de TransMilenio.
Marcela Linares Vásquez, comercial de ‘Segurilatam’ en Colombia, y Natalia Tinjacá, directora técnica de Seguridad de TransMilenio.

Bajo el punto de vista de Natalia Tinjacá, ¿qué aportan las mujeres, independientemente de su rol, al ámbito de la seguridad? ¿Cuál es su valor agregado?

Por sí solas, las mujeres no podemos aportar mucho. Es una construcción colectiva. Hacer el cambio es lograr trabajar de la mano con los hombres. La diversidad es fundamental, así como reconocer nuestros talentos y diferencias, para construir una sociedad equitativa.

En el caso de las mujeres, tenemos la capacidad de entender desde la empatía y la comunicación a los demás, establecer un diálogo asertivo. Un intercambio de saberes nos hace un poco más abiertas a generar cambios esenciales porque escuchamos, somos un poco más empáticas y vamos más a lo profundo, a entender un poco más qué es lo que está sucediendo en la ciudad o en las organizaciones que lideramos.

Pero, como comentaba, el trabajo mancomunado entre hombres y mujeres es fundamental. Ambos debemos unir esfuerzos para que nuestras empresas crezcan, para que lo que deseemos cambiar en materia de seguridad, o de lo que sea, genere empatía y diálogo constructivo.

A juicio de Natalia Tinjacá, ¿cuáles son los principales retos de las mujeres en el ámbito de la seguridad?

Desde la seguridad siempre hemos trabajado en un enfoque tradicional que es reactivo: sucede algo y reaccionamos. Pero gestionar una seguridad integral requiere planificación y prevención. Y este es uno de los mayores retos que enfrentamos a diario, porque, tradicionalmente, las instituciones, los sistemas y la apropiación de los espacios públicos se han diseñado desde un enfoque masculino.

Pongo un ejemplo: el cinturón de seguridad se diseñó para hombres escandinavos con una altura distinta a la de las mujeres. No pensaron en estas últimas. Entonces, el mayor desafío de mi área es lograr que un niña o una mujer caminen empoderadas y seguras en el transporte público, que aborden un bus con confianza, que sean respetadas y que se sientan acompañadas en el trayecto. De esta forma lograremos una gobernanza equitativa en el transporte público con enfoque de género.

Porque si planificamos una ciudad desde la visión de una niña y conseguimos que la niña se mueva segura y feliz en el transporte público, lograremos también una sociedad más desarrollada y más segura. Si logramos eso, logramos también cubrir la seguridad de otros sectores en el sistema que necesitan seguridad.

Para finalizar, ¿cuál es el consejo de Natalia Tinjacá para las mujeres que desean trabajar en el ámbito de la seguridad?

El consejo es muy sencillo: necesitamos más mujeres liderando la seguridad en los sistemas tanto públicos como privados. Las mujeres somos protectoras de nuestro entorno, empáticas e inclusivas, logramos romper paradigmas socioculturales y luchamos contra los micromachismos y las violencias de género que han prevalecido históricamente.

El rol y la voz de la mujer son esenciales para que podamos ser percibidas no como unas víctimas, sino como un agente de cambio trasformador de una sociedad que nos necesita y que necesita esos diálogos entre géneros y entre hombres y mujeres para que la movilidad sea un derecho esencial y se preserve ese derecho a la movilidad segura.

Muchas gracias a Segurilatam por la invitación. Para nosotros es fundamental poder participar en estos espacios y que ustedes sean también nuestra voz en todo lo que hacemos en el día a día en el sistema.

Natalia Tinjacá junto a una representación de mujeres del sistema de transporte TransMilenio.
Natalia Tinjacá junto a una representación de mujeres del sistema de transporte TransMilenio de Bogotá.
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