-Desde la perspectiva de Asume, ¿qué importancia tiene el sector de la seguridad privada en México a nivel económico y laboral?
El sector representa casi el 2% del PIB y emplea a más de 600.000 personas entre los diferentes subsectores: oficiales de seguridad, alarmas, blindajes, tecnología, GPS, etc.
-Asume va a elaborar un censo de empresas de seguridad privada. ¿Cuál es su objetivo?
El objetivo del censo de Agrupaciones de Seguridad Unidas por un México Estable es saber exactamente cuántas empresas existen en México, su tamaño y las regiones en las que operan. Y también servir de base para conformar una cámara de la industria de la seguridad.
-Asume se ha involucrado en la elaboración de la nueva Ley General de Seguridad Privada. ¿Qué propuestas ha aportado?
Uno de los problemas más complejos de la seguridad privada en México es la sobrerregulación y la falta de coordinación entre los tres niveles de gobierno. La Federación cuenta con una ley, los estados tienen las suyas y algunos municipios también disponen de normas. Asume propone una reforma constitucional que dé origen a una ley nacional y moderna que distribuya competencias y coordine a los tres niveles de gobierno.
-De aprobarse la nueva ley, ¿confían en que exista una regulación más ordenada del sector y que pueda combatirse más eficazmente a las empresas patito?
Definitivamente, ya que la propuesta es que sea un delito tanto para el que contrate como para el que brinde un servicio de seguridad privada sin cumplir la reglamentación ni contar con el permiso vigente. La ley también endurece las penas para quienes no cumplan con las obligaciones sociales y fiscales, obliga a profesionalizar la capacitación y regula a cada subsector de acuerdo a su actividad específica.
“Uno de los problemas más complejos es la sobrerregulación y la falta de coordinación entre los tres niveles de gobierno”
-¿En qué fase se encuentra el proyecto de la nueva Ley General de Seguridad Privada?
El proyecto ya ha sido consensuado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, el Consejo Coordinador Empresarial y Asume. Por otra parte, hemos trabajado con la diputada Juanita Guerra Mena, presidenta de la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados, quien ha escuchado al sector y participado en el proyecto. Dicho esto, esperamos que la ley se apruebe durante la presente legislatura.
-¿Qué otras iniciativas han impulsado, o piensan llevar a cabo, desde Asume para fortalecer el sector?
Uno de los objetivos más importantes es constituir una cámara de la industria de la seguridad. Por lo que representa a nivel económico y laboral, es necesario que el sector cuente con una cámara que le dé certidumbre a largo plazo, que una a sus empresas, que sea un órgano de consulta para futuras legislaciones y que impulse la profesionalización con certificaciones. Un primer paso ha sido asociarnos con la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
-Además de todo lo expuesto, ¿qué otros retos debe afrontar el sector a corto y medio plazo?
La sociedad y el Gobierno deben percibir que la seguridad privada cumple un papel fundamental en la pacificación del país, ya que da certeza a las inversiones resguardando a empresas, sectores muy importantes y personas. Además, impulsa el uso de la inteligencia artificial, la robótica y el big data en el rastreo vehicular GPS y la videovigilancia.
Otro reto es terminar con la competencia que tenemos con el propio Estado y sus policías complementarias o auxiliares, que prestan servicios de seguridad privada con casi 200.000 policías a nivel nacional, en muchos casos con manejos poco transparentes.