Según ha reportado el presidente colombiano Gustavo Petro a través de su cuenta en la red social X, los homicidios, secuestros, hurtos y actos de terrorismo han descendido en Colombia en el primer semestre del año. Por el contrario, han aumentado las lesiones personales, las extorsiones y la violencia intrafamiliar.
En el caso de esta última, durante los primeros seis meses de 2024 se han registrado 75.280 casos, frente a los 50.164 de 2023, cifra que representa un incremento del 48,7%. Pero, ¿qué es exactamente esta clase de violencia? Y no menos relevante: ¿cómo puede prevenirse?
¿Qué es la violencia intrafamiliar?
En nuestro contenido didáctico dedicado a explicar el concepto de violencia ya nos hemos ocupado de la violencia intrafamiliar. También conocida como violencia doméstica, se trata de un problema grave y extendido que afecta a millones de personas en todo el mundo. Y se basa en abusos físicos, emocionales, psicológicos y/o sexuales dentro del ámbito familiar. Así, dentro de la violencia intrafamiliar pueden darse los siguientes tipos de violencia:
- Violencia física. Empujones, golpes, patadas y cualquier otra forma de agresión corporal.
- Violencia emocional o psicológica. Aislamiento, amenazas, insultos, manipulación y cualquier acción que cause daño emocional o psicológico.
- Violencia sexual. Cualquier clase de acto sexual no consentido o coerción sexual dentro del ámbito familiar.
De igual manera, en este último es posible que se produzca la denominada violencia económica; es decir, el control de los recursos financieros de la víctima.
¿Cuáles son las causas de este tipo de violencia?
Por lo que respecta a las causas de la violencia intrafamiliar, son complejas y en su aparición intervienen diferentes factores:
- Factores ambientales. El consumo de alcohol y drogas puede originar o intensificar los comportamientos violentos.
- Factores económicos. Del mismo modo, la falta de empleo o de dinero, así como las deudas económicas, son motivo frecuente de tensiones en el ámbito doméstico.
- Factores psicológicos. Los problemas de salud mental, la baja autoestima y los antecedentes de abuso en la infancia influyen en esta clase de violencia.
- Factores socioculturales. Por último, existen normas y valores culturales que perpetúan la desigualdad de género y la violencia en el hogar.
¿Qué consecuencias tiene la violencia doméstica?
Como sucede con otros tipos de violencia, la violencia intrafamiliar tiene consecuencias negativas para quienes la padecen. Y también para la sociedad.
- Consecuencias para las víctimas en general. Problemas de salud mental (ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático, etc.), lesiones físicas y, en casos extremos, la muerte.
- Consecuencias para los menores de edad. Problemas de comportamiento, bajo rendimiento escolar y riesgo de conducta violencia en el futuro.
- Consecuencias para la sociedad. Gastos económicos elevados relacionados con la atención médica de las víctimas, los procesos laborales o la pérdida de productividad laboral.
¿Cómo puede prevenirse la violencia intrafamiliar?
Por todo lo expuesto, es fundamental comprender la naturaleza de la violencia intrafamiliar y saber cómo puede prevenirse. En este sentido, se requiere un enfoque integral que involucre a toda la sociedad (administraciones públicas, instituciones, organizaciones privadas, individuos, etc.). Entre las estrategias de prevención y tratamiento cabe destacar las siguientes:
Educación y concientización
- Programas educativos en las escuelas sobre las relaciones saludables y el manejo de conflictos.
- Campañas de concientización pública para desestigmatizar la búsqueda de ayuda y promover la igual de género.
Apoyo y recursos para las víctimas
- Refugios y líneas de ayuda accesibles para las víctimas de la violencia.
- Servicios de asesoramiento y apoyo logístico.
Intervención temprana
- Capacitación para profesionales de la salud, educadores y cuerpos y fuerzas de seguridad para identificar adecuadamente casos de violencia. En este sentido, por ejemplo, la capacitación en policía de género es esencial para combatir las agresiones a mujeres.
- Programas de intervención para agresores que aborden los comportamientos violentos y promuevan cambios en su conducta.
Fortalecimiento de políticas y legislación
- Leyes estrictas y aplicables que protejan a las víctimas y castiguen a los agresores.
- Políticas de apoyo laboral y económico para las víctimas de violencia.
Promoción de la igualdad de género
- Fomentar la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida. De manera especial, en el ámbito educativo, laboral y, por supuesto, doméstico.
- Combatir los estereotipos de género y las normas culturales que perpetúan la violencia.
En definitiva, la violencia intrafamiliar es una violación grave de los derechos humanos que requiere una respuesta firme y coordinada. A través de la educación, el apoyo a las víctimas, la intervención temprana y la promoción de políticas justas es posible prevenirla y abordarla. Y también construir una sociedad más segura y equitativa.
Denunciar los casos de violencia intrafamiliar a las fuerzas y cuerpos de seguridad es fundamental para proteger a las víctimas y detener a los agresores. Al hacerlo, no sólo se busca justicia, sino también prevenir futuros abusos y salvar vidas. Asimismo, es crucial ponerse en manos de especialistas, como psicólogos y trabajadores sociales, pues ofrecen el apoyo necesario para superar cualquier trauma.
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