-En la actualidad, ¿cuál es el grado de colaboración existente entre el departamento de Seguridad Corporativa de BBVA México y los responsables de la seguridad pública mexicana?
Considero que las relaciones del departamento de Seguridad Corporativa de BBVA México con las distintas autoridades son fluidas y permanentes, con múltiples frentes en función del tipo de problemática (ilícitos bancarios, fraudes, secuestros, crisis por fenómenos naturales…). Al respecto, conviene recordar que México está conformado por 32 estados, cada uno de ellos con sus órganos de seguridad pública y procuración de justicia.
Un pilar estratégico para coordinar y potenciar esta colaboración interinstitucional lo conforma el Comité de Seguridad, conformado por los directores de Seguridad del gremio, de la Asociación de Bancos de México (ABM), así como los centros bancarios de cada estado, donde están representados nuestros equipos de seguridad territorial. Con distintas periodicidades de tiempos, se mantienen reuniones técnicas y operativas para abordar las principales problemáticas de seguridad, llegándose a acuerdos concretos y, en algunos casos, a la firma de convenios de colaboración entre el Comité de Seguridad de la ABM y los gobiernos estatales en materia de seguridad bancaria.
En relación a la protección de infraestructuras críticas, sí considero que tenemos oportunidades de mejorar y potenciar acciones de coordinación y desarrollo normativo que nos permitan fortalecer este relevante rubro de la seguridad.
“El Comité de Seguridad de la ABM y los centros bancarios estatales son estratégicos en la colaboración interinstitucional”
-¿Qué influye más en la colaboración público-privada: la relación personal o la institucional?
Ambos aspectos son importantes y esenciales. Sin lugar a dudas, la relación institucional es estratégica y prioritaria en aras del bien común y la seguridad ciudadana. Finalmente, todos debemos trabajar y buscar puntos de encuentro entre el sector privado de la seguridad y las autoridades que nos lleven a mejorar los indicadores de incidencia delictiva. Especialmente, en aquellos rubros donde la empresa es sujeto pasivo de diversos tipos de ilícitos. Y, concretamente, en la banca, donde se producen asaltos a sucursales y cuentahabientes, robos en cajeros automáticos, fraude, ataques cibernéticos, etc.
Además, la empatía personal y profesional puede fortalecer ese vínculo de enlace y coordinación en materia de seguridad.
-¿Hasta qué punto es complejo normar y tipificar la colaboración público-privada en el ámbito de la seguridad?
La colaboración público-privada en materia de seguridad y protección civil está normada desde el momento en que tenemos legislación y cuerpo normativo que regula un conjunto de actuaciones. Esto puede ir desde la formal respuesta de un oficio emitido por la autoridad judicial para requerir un dato de prueba por un ilícito hasta la obtención de los vistos buenos de los programas internos de protección civil, pasando por los reportes emitidos por los bancos a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) como la evaluación anual de medidas de seguridad bancaria. Estos son mecanismos de coordinación, control y supervisión que nos permiten interactuar.
El tratar de regular todas las relaciones profesionales de coordinación y colaboración entre los sectores público y privado de seguridad nos llevaría a tener que desarrollar una muy exhaustiva legislación en materia de seguridad, protección civil, protección de infraestructuras críticas y otras actividades que sería imposible de cumplir y muy complejo en su desarrollo, con un alto riesgo de intervencionismo del Estado en una materia sensible como es la seguridad en sus distintas vertientes: la pública y la privada. Y esta última, no lo olvidemos, opera bajo principios de economía de libre mercado.
“La empatía personal y profesional puede fortalecer ese vínculo de enlace y coordinación en materia de seguridad”
-A grandes rasgos, ¿cómo calificaría el nivel de colaboración existente entre las entidades bancarias que operan en en el país, como BBVA México, y las autoridades? Reformas legislativas al margen, ¿qué iniciativas deberían impulsarse para mejorar la colaboración público-privada en materia de seguridad?
Como comentaba anteriormente, considero que el nivel de colaboración existente entre las entidades financieras y las autoridades de los tres órdenes de gobierno es bueno. Quizás en algún estado o con algún estamento concreto podría mejorarse con una mayor comunicación. Pero lo cierto es que, en muchas ocasiones, encontramos dificultades de distinta índole, organizativa, demográfica, etc., que pueden dificultar este acercamiento que, claramente, puede solventarse con buena disposición por ambas partes.
Dicho lo anterior, también considero importante que el sector privado trabaje para desarrollar y potenciar estos vínculos de colaboración con nuevas iniciativas que fomenten una activa participación de todos. De hecho, se vienen generando a través de organizaciones empresariales y sectoriales, un importante evento que nos lleva en esta dirección.
Por último, en cuanto a las reformas legislativas, seguro que son necesarias. De manera especial y estratégica, es importante la elaboración de una nueva Ley de Seguridad Privada que sea moderna e integradora, que unifique objetivos y contribuya a profesionalizar el sector teniendo en cuenta la visión y misión de las empresas prestadoras de servicios y los usuarios de seguridad, con la necesaria supervisión de la autoridad, y que aglutine el consenso necesario de los estados. Sin lugar a dudas, un gran reto para el actual gobierno.