En el marco de unos conversatorios organizados por la Asociación de Empresas de Seguridad Privada y Transportes de Valores (ASEVA) en la feria SeguridadExpo, representantes de la Subsecretaría de Prevención del Delito, la Cámara Nacional de Comercio y empresas requirentes de servicios de seguridad privada abordaron aspectos relacionados con la nueva Ley de Seguridad Privada chilena, cuyos reglamentos están siendo revisados por la Contraloría General de la República.
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Bajo el título Los alcances y desafíos de la nueva Ley de Seguridad Privada, el primer conversatorio contó con la participación de Aníbal Pérez, jefe de la División de Seguridad Privada de la Subsecretaría de Prevención del Delito; Mauricio Murillo, asesor legal de ASEVA; y Miguel Ángel Castro, gerente de operaciones de SMU.
En cuanto al segundo conversatorio, estuvo dedicado al macrosistema de seguridad en Chile y la nueva gobernanza, un asunto tratado por Eduardo Vergara, subsecretario de Prevención del Delito; José Pakomio; presidente de la Cámara Nacional de Comercio; Felipe Alessandri, abogado y exalcalde de Santiago; y César Valenzuela, jefe de la División de Coordinación Nacional de la Subsecretaría de Prevención del Delito.
La coordinación entre la seguridad pública y la seguridad privada, esencial
Durante los conversatorios, los participantes coincidieron en la importancia de fortalecer la coordinación entre el sector público y el privado para prevenir los delitos y combatir el crimen. En este sentido, Eduardo Vergara destacó que “cuando se hace un trabajo público-privado, se tienen las reglas claras, hay certezas en la industria y la seguridad privada crece y mejora, automáticamente se genera un impacto positivo sobre la seguridad pública”.
Por su parte, José Pakomio comentó que “la colaboración público-privada es clave para abordar los problemas de seguridad de Chile, donde la delincuencia es la principal preocupación de la ciudadanía. Por ello, el Observatorio del Comercio Ilícito y Seguridad trabaja en una mesa público-privada con diversos organismos para enfrentar la inseguridad y el comercio ilícito”.
En esa línea, Felipe Alessandri señaló que la coordinación público-privada es fundamental porque, hoy en día, “Carabineros no está dando abasto. Los requerimientos son demasiados y podemos tener el apoyo de la seguridad privada como coadyuvante”.
Sobre este último apunte, Hugo Ibaceta, presidente de ASEVA, manifestó que “la nueva Ley de Seguridad Privada fortalece el rol de coadyuvante del sector y estandariza cómo se va a organizar y comunicar lo público con lo privado”. Además, precisó que “la seguridad privada supera en cinco veces la dotación de las policías y es importante que se valore el trabajo realizado por vigilantes privados y guardias de seguridad”.
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