-¿Cómo ha evolucionado Colombia en materia de secuestros y extorsiones en los últimos 20 años?
Hace dos décadas contabilizamos 3.572 secuestros. De media, se secuestraban 10 personas diariamente. Pues bien: el año pasado se registraron sólo 92 casos, cifra que supone una disminución de casi el 98%. Esto es fruto del trabajo que se ha venido realizando y que el presidente de la República, Iván Duque, ha reconocido en los medios de comunicación.
Al respecto, el Gobierno tiene una política clara contra el secuestro y la extorsión. Asimismo, la Fiscalía General de la Nación está muy comprometida en combatir estos fenómenos a través de fiscales destacados. Y por nuestra parte, hay que resaltar la labor de los Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula), con más de 1.500 hombres y mujeres desplegados a lo largo y ancho del país.
Además, en los últimos años han aumentado las denuncias. Eso significa que los ciudadanos tienen más confianza a la hora de denunciar debido a la gran capacidad que tenemos para resolver los casos de secuestro y extorsión.
-En estos más de 20 años de existencia de la Dirección Antisecuestro y Antiextorsión, ¿cómo han colaborado con las empresas y los gremios de la sociedad colombiana para prevenir y contrarrestar el actuar delincuencial?
Hace años, observamos que nuestra misión no debía centrarse en investigar y llevar a cabo operaciones para capturar delincuentes. También era muy importante llegar a las víctimas, los ciudadanos y los gremios. Así surgió la iniciativa Yo no pago, yo denuncio, centrada en la prevención y el acercamiento a los gremios económicos del país.
Colaboramos con organizaciones como la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras), la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), etc. Mediante los diferentes grupos Gaula distribuidos por el país, articulamos esfuerzos para trabajar en la prevención e intentamos que el empresario no se deje extorsionar o secuestrar.
Pero no nos centramos únicamente en los gremios económicos. También cooperamos con los líderes comunales, con las más de 74.000 juntas de acción comunal existentes en el país, barrio a barrio, vereda a vereda. El objetivo es el mismo: minimizar los riesgos de los secuestros y las extorxiones en Colombia.
“Hace dos décadas contabilizamos 3.572 secuestros en Colombia, mientras que el año pasado se registraron solamente 92 casos”
-¿Cuál es el grado de colaboración existente entre la Dirección Antisecuestro y Antiextorsión y el sector de la seguridad privada? ¿Este último puede ayudar a combatir los secuestros y las extorsiones en Colombia?
En las redes de participación cívica están involucrados los gremios y también las empresas de seguridad privada, si bien su función no es la de actuar contra los delitos, sino prevenirlos. La Dirección Antisecuestro y Antiextorsión mantiene una gran relación con la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada y con diferentes estamentos del sector. Como ejemplo, podría poner a Coladca, la Comunidad Latinoamericana de Consultores y Asesores en Gestión de Riesgos y Seguridad. La Policía Nacional participa en congresos, cumbres, charlas, conversatorios o planes de prevención impulsados por el sector privado. Y eso posibilita que este último también sea parte de la disminución del delito.
-Tradicionalmente, la seguridad ha tenido objetivos físicos. Pero hoy no se concibe la seguridad sin un componente cibernético. ¿Cómo contribuye la unidad Ciber Gaula a que Colombia sea un país ciberseguro?
En el ámbito de nuestra misión, hace algunos años consideramos la necesidad de atajar los delitos cibernéticos. De manera especial, los relacionados con el sexting, que se basa en el envío de vídeos o fotografías íntimas de terceros a través de la Red. Esta modalidad se ha utilizado mucho en Colombia con niños, adolescentes y algunos adultos. Pero, gracias a las denuncias, actuamos rápidamente y solucionamos los casos. El año pasado se registraron más de 190 denuncias y dimos una respuesta positiva en más del 90% de los casos.
Igualmente, el Ciber Gaula nos ha permitido tener unas capacidades tecnológicas importantes para extraer información de los equipos utilizados por la criminalidad. Hablamos de teléfonos celulares, tablets, computadores… Gracias al Ciber Gaula podemos tomar y cruzar información, utilizar inteligencia artificial y desarrollar investigaciones frente al delito del secuestro y la extorsión.
También atendemos el secuestro informático a nivel preventivo y operativo. Y recuperamos la información que se haya podido perder. Es importante destacar que trabajamos de la mano del Centro Cibernético Policial de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN), lo cual nos facilita aumentar la capacidad de atención al ciudadano.
“Los ciudadanos tienen más confianza en denunciar debido a la gran capacidad que tenemos para resolver el secuestro y la extorsión”
-¿Qué opinión le merece la extorsión a los menores a través de la Red?
Uno de los factores del problema radica en que muchos padres permiten que sus hijos tengan un celular sin considerar los riesgos. Si existe un aumento de extorsión a menores es porque cada vez más niños, desde más temprana edad, manejan celulares con acceso a la Red sin ningún control parental. Por dicho motivo, llamamos la atención de los padres para que restrinjan o controlen el uso del celular y de las redes sociales por parte de sus hijos.
Todo esto nos lleva a concluir que los menores son muy vulnerables. Y nuestro trabajo en los colegios está encaminado a que aprendan a manejar los dispositivos y a que sus padres asuman la responsabilidad que les corresponde. De esta forma, se evitará que los niños caigan en manos de los delincuentes.
-¿La Dirección Antisecuestro y Antiextorsión exporta su conocimiento a otros países de América Latina?
Así es. Hemos estado presentes en Ecuador, Guatemala, Honduras, Panamá o Paraguay, por citar algunos países de la región, para formar a sus policías, ayudar a crear grupos antisecuestro o asesorar en casos de secuestro. Somos un referente muy importante y este tipo de experiencias son muy positivas.