La irrupción de la pandemia de coronavirus ha puesto en evidencia las carencias de muchas organizaciones en materia de ciberseguridad. Así lo pone de manifiesto el estudio Security Report Latinoamérica 2020 de Eset. Un informe que, a tenor de los datos recabados en los últimos meses, destaca que la situación provocada por la COVID-19 ha supuesto nuevos retos y preocupaciones para las empresas. Y ello es así, observan desde la firma eslovaca, porque el perímetro a proteger se ha ampliado notablemente.
En cuanto a los riesgos de ciberseguridad registrados, casi el 45% de los usuarios ha detectado campañas de phishing relacionadas con la pandemia. Y no menos preocupante: más del 50% asegura que su organización no ha aportado las herramientas necesarias para practicar teletrabajo con seguridad.
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Transformación digital
Al respecto, destaca el estudio, si bien muchas empresas ya habían comenzado su proceso de transformación digital, la pandemia ha demostrado que es necesario contar con medios alternativos para teletrabajar. Así, las organizaciones que ignoraron o postergaron la decisión de llevar a cabo su transformación digital se han visto afectadas por la falta de disponibilidad, integridad o confidencialidad de su información.
Relacionado con la transformación digital y el teletrabajo, otro aspecto a considerar en materia de ciberseguridad es que esta última ya no debe centrarse única y exclusivamente en las oficinas. Así, las nuevas condiciones de trabajo obligan a disponer de mecanismos de protección en todos los puntos donde se procesen, almacenen o transmitan datos.
Continuidad de negocio
Asimismo, el informe indica que la pandemia ha mostrado la necesidad de implementar, revisar, probar, mejorar y actualizar herramientas como los análisis de impacto al negocio (BIA), las evaluaciones de riesgos, los planes de continuidad de negocio (BCP) y los planes de recuperación (DRP). Y la importancia de considerar al personal, los lugares de trabajo, las tecnologías y los servicios críticos para garantizar la continuidad de negocio.
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En este sentido, que solo una tercera parte de las empresas tenga un plan de continuidad de negocio refleja lo poco preparadas que siguen estando muchas organizaciones en ciberseguridad para responder ante ciberincidentes que puedan comprometer su actividad. Por ello, deben enfocarse en contar con medidas y planes de respuesta que les ayuden a garantizar la continuidad de sus procesos comerciales.
Y ese nuevo enfoque también pasa por la puesta en marcha de medidas que contribuyan a disfrutar de unos mayores niveles de seguridad al conectarse a redes wifi domésticas o utilizar herramientas de comunicación.
Para lograr reforzar su ciberseguridad, recomiendan desde Eset, las empresas han de implementar nuevas dinámicas de capacitación y/o concientización encaminadas a que sus trabajadores asuman la importancia de proteger los datos sensibles personales y corporativos.
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