-¿Qué significa para usted haber sido elegido presidente de Andevip?
Andevip es el gremio más antiguo y representativo de la seguridad privada en Colombia. En 2020 celebramos 37 años de arduo trabajo en la definición de una política pública que contribuya al crecimiento y fortalecimiento del sector junto a las autoridades gubernamentales. Para mí, ser presidente de Andevip supone un gran honor, así como un compromiso y una responsabilidad, en estos momentos difíciles por los que atraviesa el país y el mundo entero debido a la pandemia.
-¿Qué objetivos desea materializar en los próximos años al frente de Andevip? Bajo su punto de vista, ¿qué aspectos deben mejorar en el sector de la seguridad privada colombiano?
A quienes vienen planteando la necesidad de reformar el Decreto 356 de 1994, conocido como Estatuto de Vigilancia y Seguridad Privada, por considerarlo obsoleto y que no interpreta las necesidades actuales de nuestro sector, los invito a que evalúen el crecimiento continuo de la industria. En los últimos años, su facturación anual superó los 9 billones de pesos y el sector ha contado con casi 400.000 guardas.
Por motivos de seguridad nacional, se debe excluir la inversión extranjera. Limitar el acceso a la industria de la seguridad privada solo a nacionales es algo que contempla la legislación de muchos países. Y obedece a la necesidad de cada estado de garantizar la seguridad y defensa nacional.
Por otro lado, se han realizado los ajustes necesarios, vía ley de la República, conducentes a mejorar las ineficiencias presentadas en el Estatuto de Vigilancia y Seguridad Privada. Por ejemplo, en la Ley del Vigilante, que cambió el turno a 12 horas, o en el Decreto Ley 2106 de noviembre de 2019, que renovó las licencias a 10 años, mejorando así la operación de nuestros servicios.
Finalmente, en calidad de presidente de Andevip, he sugerido al Gobierno que suspenda la discusión, elaboración e implementación del acuerdo marco de precios en el sector de la seguridad privada, puesto que no cumplimos las condiciones técnicas homogéneas y uniformes. Adicionalmente, en lo relativo a los precios, este es un mercado regulado por una tarifa fija definida por la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada (Supervigilancia).
“Hemos asumido los costos adicionales en la adquisición de elementos de bioseguridad para prevenir contagios en nuestras empresas”
-¿Cómo ha afectado la crisis de la COVID-19 a las empresas de seguridad privada que operan en Colombia?
La seguridad privada ha venido prestando sus servicios de manera continua en cumplimiento del Decreto 417 de 2020, por el que se declaró la emergencia económica, social y ecológica, contribuyendo así con las medidas de cuidado y autoprotección a prevenir contagios y mitigar las consecuencias de la COVID-19.
Dado lo anterior, hemos enfrentado la pandemia asumiendo los costos adicionales en la adquisición de elementos de bioseguridad, como tapabocas, gel antibacterial y alcohol, para prevenir el contagio de nuestros guardas y personal operativo.
Adicionalmente, en cumplimiento de la normatividad del Ministerio de Salud y Protección Social (MinSalud) relacionada con el manejo de la pandemia, se determinó que quienes presentasen síntomas de la COVID-19 debían cumplir aislamiento obligatorio durante 14 días, al igual que cuando algún miembro de la familia, al contagiarse, obliga a todos los integrantes de la misma a cumplir la cuarentena por sospecha.
Lamentablemente, para los casos enunciados no se está certificando la incapacidad asociada con esta enfermedad laboral y ello incrementa los gastos de operación al transferir de manera directa dicho costo al empresario. Por ello, solicitamos a las empresas promotoras de salud (EPS) que realicen la atención y el diagnóstico de nuestro personal operativo para certificar las incapacidades médicas que corresponda, incluyendo el aislamiento preventivo por sospecha de contagio.
En lo relativo a los elementos de bioseguridad, hemos insistido a las administradoras de riesgos laborales (ARL) que nos apoyen con la adquisición de tapabocas y gel antibacterial para garantizar la operación de nuestros servicios.
-¿Cómo están contribuyendo las empresas de seguridad privada a prevenir contagios por coronavirus en Colombia? ¿Qué tipo de servicios están prestando para evitar la propagación de la COVID-19?
El personal operativo ha brindado apoyo a la ciudadanía en los diferentes sectores de la economía. De manera especial en hospitales, entidades financieras, centros comerciales, supermercados y unidades de propiedad horizontal con medidas de prevención como la toma de temperatura y la aplicación de gel antibacterial de manera paralela a la prestación del servicio de seguridad, evitando así un creciente número de contagios por coronavirus.
“Nuestros héroes sin capa han arriesgado su integridad y salud en estos tiempos de pandemia haciendo frente al virus y la delincuencia común”
-Relacionada con la pregunta anterior, ¿los de seguridad privada han sido considerados servicios esenciales en Colombia?
En el país, la seguridad privada es un servicio esencial conforme a lo preceptuado a tenor de lo dispuesto en el Decreto 417 de 2020, el cual nos obliga a la prestación del servicio de manera continua con el fin de garantizar la seguridad personal y patrimonial de toda la población, apoyando a la fuerza pública para garantizar el orden y la seguridad pública.
-¿El sector de la seguridad privada está satisfecho del grado de colaboración existente con la seguridad pública de cara a frenar el incremento de la inseguridad provocado por la crisis económica?
La seguridad privada es un apéndice de la seguridad nacional. Apoyamos a la fuerza pública y a las entidades territoriales con medios tecnológicos como las cámaras de videovigilancia para mejorar la seguridad pública. Y como presidente de Andevip he sugerido que los vehículos de la seguridad privada sirvan de apoyo para aumentar la percepción de seguridad en las principales capitales del país.
Igualmente, he propuesto al Gobierno que dé cumplimiento a lo preceptuado en el Código Nacional de Policía y Convivencia Ciudadana, que autoriza la prestación de los servicios de seguridad privada en espectáculos como partidos de fútbol o conciertos. Y hacerlo extensivo a las cárceles con el propósito de que la fuerza pública se centre exclusivamente en contrarrestar los altos niveles de criminalidad que registra el país.
-Para finalizar, ¿considera que la labor de la seguridad privada está siendo lo suficientemente reconocida por la sociedad colombiana durante la pandemia?
Sin lugar a dudas, existe un estímulo por parte de la sociedad con nuestros héroes sin capa, quienes han arriesgado su integridad y salud en estos tiempos de pandemia haciendo frente al virus y la delincuencia común. Desde el inicio de la emergencia sanitaria, delitos como el hurto y el robo a residencias han azotado a la ciudadanía.
Por último, como dirigente gremial reconozco la importante labor que viene desarrollando Orlando Alfonso Clavijo Clavijo como superintendente de Vigilancia y Seguridad Privada, integrando al sector en la búsqueda de soluciones a la actual problemática. Con su liderazgo, el 26 de noviembre celebraremos el Día del Guarda de Seguridad. Una jornada en la que resaltaremos la labor desarrollada por nuestro personal operativo en estos difíciles momentos por los que atraviesa el país.
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