Después de un año en el que los ciberdelincuentes han intentado sacar partido de la pandemia, ¿qué sucederá en 2021? ¿Cuáles serán las principales tendencias en ciberseguridad? ¿Qué deberán tener en cuenta los CISO a la hora de diseñar una estrategia que proteja a su organización?
Con el objetivo de orientar a los profesionales encargados de velar por la seguridad de la información, Netskope ha formulado una decena de predicciones sobre lo que 2021 puede deparar a las empresas en materia de ciberseguridad:
- Actividad interna maliciosa. La firma especializada en soluciones de seguridad cloud prevé un aumento de los incidentes originados internamente que causen o contribuyan a infracciones maliciosas.
- Inteligencia artificial y aprendizaje automático. A medida que su papel sea más importante en el desarrollo de capacidades tecnológicas, también irán creciendo las amenazas específicas contra la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. Como, por ejemplo, el envenenamiento de los conjuntos de datos de formación y la contaminación de modelos.
- Trabajo a distancia. El teletrabajo ha llegado para quedarse. En lo relativo a la ciberseguridad, Netskope observa que en 2021 se entenderá la importancia de que la seguridad siga a los datos. En cuanto a los proveedores, deberán proporcionar seguridad y protección de datos desde el borde.
- Zero Trust y SASE. El año que viene, la evolución digital de las empresas no se entenderá sin una arquitectura de borde de servicio de acceso seguro (SASE, por sus siglas en inglés) que apoye una implementación holística del concepto Zero Trust.
- Ahorro de costes. Las empresas que sigan un modelo marco de transformación en la nube, como SASE, podrán lograr un ahorro de costes de entre el 20% y el 40%.
- Equipos de red y seguridad. Conforme la migración a la nube crezca, habrá una mayor cooperación entre ellos.
- Regulaciones de privacidad. Para cumplirlas, se producirá una adopción más amplia de tecnologías de mejora (PET) que permitirá a las organizaciones compartir datos con terceros con el fin de agregarlos y analizarlos sin necesidad de compartirlos en bruto.
- Gobierno de datos en la nube. Para gestionar las aplicaciones y la infraestructura en la nube, controles de protección como DLP se desarrollarán con el objetivo de alinear la estrategia corporativa con las mejores prácticas para el gobierno de datos.
- Proyecto GAIA-X. En el caso de Europa, ayudará a acelerar nuevos modelos de negocio y servicios inteligentes. Los proveedores de servicios colaborarán a través de un ecosistema de infraestructura federada que evidenciará la importancia de los servicios y controles de seguridad. Y las organizaciones tendrán que asegurar que su programa de seguridad está alineado con esta iniciativa de infraestructura de datos.
- Proveedores de seguridad. Por último, se generará una relación de confianza entre los proveedores, quienes trabajarán juntos para compartir conocimientos sobre las amenazas. Según Netskope, esta colaboración y el intercambio de inteligencia será uno de los factores decisivos de la industria de la ciberseguridad en 2021.
En este sentido, Alain Karioty, director regional de Netskope para Latam, observa que “es de esperar que 2021 suponga nuevas oportunidades para nuestra industria. Pero también es de prever que surjan nuevas y dañinas amenazas”.
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