Para hablar del Día del Guarda de Seguridad en Colombia es preciso remontarse a los orígenes del sector. Como manifestó la vicepresidenta del Gobierno, Marta Lucía Ramírez, en la clausura del III Congreso Internacional de Seguridad Privada organizado por la Confederación Nacional del Gremio de la Vigilancia Privada (Confevip), la seguridad privada nació en el contexto del Bogotazo de 1948. Tras la violencia y los desmanes generados por la muerte del líder Jorge Eliécer Gaitán, que se extendieron por todo el territorio nacional, el Estado no tenía fuerzas públicas suficientes para brindar seguridad al pueblo.
En esa época, en Colombia aparecieron las primeras empresas de seguridad privada, que apoyaron al Gobierno para cuidar y proteger los bienes y la integridad física de las personas del país. Desde ese momento, la seguridad privada ha sido un apoyo permanente para el Estado de cara a brindar las condiciones de seguridad que permitan a los colombianos desarrollar sus actividades laborales y cotidianas con tranquilidad y bienestar.
Sin seguridad no hay desarrollo
Ya lo manifestaron los especialistas mundiales en el panel de recuperación económica del congreso: sin seguridad no hay desarrollo. Es una premisa incuestionable. En consecuencia, el guarda de seguridad es una parte importante de los pilares de la economía nacional.
Como en un juego de ajedrez donde el peón con un bajo perfil es clave para lograr el jaque mate y la gloria de su rey, los guardas de seguridad son los peones que hacen que un país como Colombia, con todos los retos de seguridad que lo rodean, salga airoso día a día en la protección de sus ciudadanos, en la batalla que se libra en las calles con la delincuencia.
Una labor compleja y sacrificada
No es fácil trabajar de día y de noche en turnos externos. No es fácil trabajar con frío flagelante o con calor asfixiante. No es fácil trabajar bajo la lluvia o de pie durante ocho horas. No es fácil trabajar en ambientes con insectos abundantes o en entornos con aires enrarecidos. No es fácil trabajar en la soledad de la noche, con la incertidumbre de la entrada de un delincuente rondando, tratando de robar a tu cliente o de lastimarte en el desarrollo de su delito. No es fácil comer frío sobre las rodillas y, en algunos casos, aguantar los caprichos de los clientes, a quienes no les gusta tu lenguaje.
Por eso, la historia hace una oda a los guardas de seguridad que nos protegen y ayudan cada día en nuestros edificios, casas, conjuntos residenciales, compañías, centros comerciales y medios de transporte, trabajando sin quejarse, con una cara amable y siempre buscando que estemos tranquilos y seguros.
Por esa complejidad y sacrificio, el Estado colombiano, con la Ley del Vigilante 1920 de 2019, estableció que el 26 de noviembre fuese el Día Nacional de la Vigilancia y Seguridad Privada. En el Día del Guarda de Seguridad se honra el papel de hombres y mujeres que, en muchos casos, sacrifican sus vidas e integridad para brindar seguridad y tranquilidad al pueblo colombiano y sus activos, instituciones y empresas. Feliz día, hombres y mujeres de la seguridad.