Con el desarrollo de la industria 4.0 se ha extendido e incrementado la posibilidad de sufrir ciberataques. De hecho, uno de los sectores que más está experimentando esta situación es el eléctrico, cuyos primeros ataques en el ámbito internacional se conocen desde 2008. Y esta situación tampoco es ajena a Colombia, tal y como explicó Diego Zuluaga, coordinador del Centro de Ciberseguridad Industrial (CCI) en ese país, en su intervención en el II Congreso Mexicano de Protección de Infraestructuras Críticas (PIC) organizado por Segurilatam.
Técnicas complejas de alto impacto
“En Colombia tenemos un cibercrimen fuerte que ha aumentado en los últimos años. Y más con la pandemia. Ahora vemos grupos especializados con técnicas complejas de alto impacto que pueden poner en peligro nuestras infraestructuras críticas”, afirmó el experto.
Además, la pandemia ha acelerado todo esto con nuevas formas de infectar digitalmente a las víctimas utilizando soluciones de malware-as-a-service y con un repunte del ransomware. “La tendencia actual, en este sentido, es que los cibercriminales amenazan a las empresas con hacer públicos sus datos más críticos secuestrados si no pagan”.
La ciberseguridad gana enteros
Por todo ello, apuntó Zuluaga, “el rol de la ciberseguridad está subiendo puestos en la escala organizacional, lo que, además, requiere de decisiones del más alto nivel”. Por tanto, es importante saber cómo responder a estas situaciones. Por un lado, hay estándares nacionales e internacionales relacionados con la ciberseguridad, así como informes y estudios especializados sobre ciberseguridad industrial en Latinoamérica.
Paralelamente, “Colombia ha desarrollado desde 2011 muchos elementos de seguridad para el sector eléctrico con el apoyo del Gobierno, incluyendo la creación de una mesa de infraestructuras críticas con participación de la Administración y las empresas”, apuntó.
Y a esto se añade también el desarrollo de una guía de ciberseguridad del sector eléctrico, con información detallada al respecto y un plan de recuperación y resiliencia, analizando en qué situación se está y hacia dónde se quiere ir. “No se trata únicamente de protegernos cada uno por separado, sino de localizar al atacante cuando está haciendo el daño y protegernos todos en conjunto”, concluyó el coordinador del CCI en Colombia.
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