José Ángel Orozco Turrubiates Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México
José Ángel Orozco Turrubiates Gerente de Programas de Seguridad Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM)

Seguridad aeroportuaria AICM: de la emergencia sanitaria a la nueva realidad frente a la COVID-19

José Ángel Orozco Turrubiates, gerente de Programas de Seguridad del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), explica cómo ha impactado el coronavirus en el AICM. A través de su artículo, el experto detalla qué modificaciones se han realizado en los servicios de seguridad aeroportuaria para frenar la expansión de la COVID-19 en las instalaciones del aeropuerto.

panel de salidas y llegadas en un aeropuerto

El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) registró 21,9 millones de pasajeros en 2020.

Definitivamente, la COVID-19 ha sido un punto de inflexión en la manera en cómo se conducen las operaciones de seguridad aeroportuaria. El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) no ha sido la excepción en ese contexto de seguridad en los aeropuertos. Solo como referencia en cuanto a los flujos, el año 2019 se cerró con un total de 50,31 millones de pasajeros. Y 2020, con 21,98 millones (contracción del 56,3%), es decir, 28,33 millones menos respecto al año anterior.

Cambio súbito

Desde el 11-S no se habían experimentado cambios drásticos en las medidas de la seguridad de la aviación civil para el usuario en los aeropuertos, las cuales ahora implican mantener una cadena de custodia en la condición de salud del pasajero con un nivel de riesgo asociado y aceptado.

Pero, ¿qué ha implicado para la industria de la seguridad ese cambio súbito? Al principio de la contingencia sanitaria fue hasta escéptico. Y después, sometido a un proceso de integración con el elemento humano y las interfaces tecnológicas asociadas a la utilización de los equipos de seguridad, sin mencionar los ajustes de procedimientos inherentes.

Principales impactos

Entre los impactos y modificaciones en los servicios de seguridad aeroportuaria que se han producido en el AICM, existen diversas inclusiones de componentes de bioseguridad a las medidas AVSEC existentes.

Uso de equipos de protección personal.

Uso de cubrebocas, máscaras faciales, gafas de protección, guantes, trajes tyvek (personal médico y de sanitización), etc. En el uso de esos equipos, el personal ha sido sometido a ciertas implicaciones en su actuación, tales como ajustes en la voz, la visión, la maniobrabilidad, entre otros efectos que no se habían experimentado anteriormente. Como impacto directo durante los diversos turnos del personal (día y noche), su uso se ha transformado en un hábito para la vestimenta y preparación para conducir sus actividades, desde la restricción sensorial hasta las limitaciones en el confort y la comodidad, el rechazo o aceptación de usuarios, etc.

Señalización y distanciamiento.

Otro aspecto fundamental de la seguridad aeroportuaria ha sido la marcación o señalización sobre el distanciamiento social. Es decir, se ha propiciado una conciencia colectiva sobre prevenir o evitar acercamiento entre las personas, ya sea en cuanto a su proximidad con otros, o de su contacto físico directo con los demás. Esa condición particular ha obligado no solamente a su vigilancia, sino también su extensión para los servicios de inspección de pasajeros y sus pertenencias, salas de última espera, zonas de reclamo de equipaje o transportación entre terminales (aerotrén), así como para el personal administrativo.

‘Home office’ o teletrabajo.

Hasta antes de la contingencia sanitaria, en el caso del AICM, la interacción remota para el trabajo era inexistente, por lo que era inconcebible conducir reuniones de trabajo o desarrollo de asuntos y proyectos telemáticamente. No obstante, las disposiciones gubernamentales sobre la reducción presencial al mínimo del personal, obligó a replantear los tradicionales e inquebrantables esquemas de trabajo in situ, por lo que ahora el uso de tecnologías de la información y comunicación remota es esencial para la continuidad de las operaciones en el AICM.

Se han tenido que utilizar herramientas tecnológicas que facilitan la interacción humana vía remota, ya sea de manera individual o con más provecho para los fines colectivos. Las plataformas de comunicación virtuales han sido elementos cruciales para resolver la necesidad de interacción humana, ya sea localmente o con especial beneficio a distancia.

En cuanto a la penetración de dichas herramientas en el desempeño del personal administrativo, sí ha sido un desafío inevitable debido a los usos y costumbres de una organización con el tamaño actual de la población laboral de este aeropuerto. Solo como una referencia poblacional, el AICM cuenta con más de 4.300 elementos de seguridad contratada con diversas corporaciones de seguridad privada y pública, más de 1.200 empleados directos y una comunidad aeroportuaria con más de 40.000 empleados, proveedores, autoridades, etc.

Actividades de desinfección (sanitización).

Este es otro elemento relevante en las áreas de trabajo, de tránsito o de recintos donde se requieren por la presencia del humano, ya sea por actividades inherentes a su desempeño o por necesidad de flujo por las diversas áreas del aeropuerto.

Entre dichas áreas se pueden enlistar los puestos de inspección de pasajeros, las salas de última espera, los recintos migratorios, fiscales y de los equipos de inspección de equipaje documentado, salones VIP, oficinas, baños, ambulatorios, pasillos telescópicos, etc. Cabe mencionar que los diferentes tipos de fluidos desinfectantes también pueden tener efectos colaterales en la salud de quienes están sometidos a su contacto (directo o indirecto), ya sea por los tiempos de aplicación y/o por la efectividad (intensidad tóxica) de dichos fluidos.

También ha sido crucial el fomento de estas actividades de manera individual y colectiva, prácticas de lavado de manos, uso de geles antibacteriales o sanitizantes como parte de los rituales de ocupación del lugar de trabajo o de alimentos. La cultura de la limpieza ha sido sometida al escrutinio natural de la supervivencia, individual y colectiva, demostrando que las prácticas de higiene a priori de la pandemia fueron ineficaces.

Contingencias y emergencias.

Con un señalamiento especial a las contingencias y emergencias en los aeropuertos para un contexto dentro de una condición de salud que se ha vuelto parte de la cotidianeidad, se deben considerar las reacciones ante posibles eventos de contingencia y/o emergencia (adicionales a la existente) tanto para eventos de seguridad de la aviación (AVSEC) como de seguridad operacional (safety).

En este orden de ideas, ambas son medidas de reacción que están encaminadas a neutralizar el impacto en las primeras (intencionales), así como la gestión exitosa de siniestros (eventos accidentales/incidentales no intencionales) para las segundas. En ambos casos, el personal de seguridad aeroportuaria ha de participar en mayor o menor grado. Personal sometido a una serie de procesos, equipamientos y conciencia situacional que implicó necesariamente una modificación en sus mecanismos de comunicación y la actuación directa con el ser humano.

Filtro de seguridad aeroportuaria en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM)
Filtro de seguridad en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

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Si deseas leer el artículo completo de José Ángel Orozco Turrubiates, lo encontrarás en el número 17 (abril de 2021) de Segurilatam.

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