La tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 ya es una realidad en algunos países. Sin embargo, la administración de la dosis de refuerzo de Pfizer/BioNTech no es respaldada por toda la comunidad del ámbito de la salud. Así, mientras algunos expertos consideran que la tercera dosis refuerza la inmunidad, otros piensan que la vacuna de refuerzo no está justificada.
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¿Es necesaria una tercera dosis de la vacuna?
En el caso de los primeros, según un reciente informe publicado en The New England Journal of Medicine, el Ministerio de Sanidad israelí destaca que quienes reciben la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 tienen unos niveles de inmunidad mucho más altos que las personas que fueron vacunadas por segunda vez hace cinco meses.
Al parecer, la dosis de refuerzo reduce tanto la posibilidad de contagio como la de desarrollar síntomas graves de COVID-19. De manera especial, en el colectivo mayor de 60 años. Por ello, el estudio considera esencial que se administren vacunas de refuerzo, ya que, advierten sus autores, la inmunidad cae de manera significativa, en todos los tramos de edad, a los seis meses de recibir la segunda dosis.
Sin embargo, dicha opinión no es compartida por los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de EEUU. A través de un artículo publicado en The Lancet, concluyen que las dos dosis de la vacuna contra la COVID-19 son tan eficaces que no es necesario administrar una vacuna de refuerzo.
A pesar de ello, la FDA ha aprobado que la tercera vacuna sea administrada a mayores de 65 años y la población de alto riesgo.
Tercera dosis: ¿qué efectos secundarios produce?
Sobre los efectos secundarios que pueda provocar la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19, Pfizer/BioNTech ha comunicado a la FDA que son similares a los que se sienten después de la segunda dosis. Y también que es más probable que afecten a las personas más jóvenes.
El estudio elaborado por Pfizer revela que las reacciones a la vacuna de refuerzo son fatiga, dolores de cabeza, musculares y de las articulaciones, inflamación de los ganglios linfáticos, escalofríos o fiebre. Y que se trata de efectos de gravedad leve o moderada.
Aunque no es corriente, se recomienda que quienes sufran una reacción alérgica grave (dificultad para respirar, hinchazón de la cara, erupción cutánea, etc.) o episodios de miocarditis y pericarditis soliciten ser atendidos en un centro hospitalario.
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