Durante la pandemia, millones de personas han hecho uso de la cámara de sus ordenadores y dispositivos móviles. Bien para teletrabajar, bien para estar en contacto con amigos y familiares, este componente ha adquirido una importancia notable. ¡También para la ciberdelincuencia! Por ello, es importante tener en cuenta una serie de consejos para utilizar la webcam de forma segura.
¿Qué es el ‘camfecting’?
Porque, como advierten los expertos de McAfee, una webcam puede ser hackeada. Se trata de uno de los componentes más atractivos para los ciberdelincuentes. Estos últimos practican el denominado camfecting, un proceso fraudulento a través del cual se accede a la cámara de un dispositivo para violar la intimidad de los usuarios.
Quienes acceden a una cámara web activada de forma remota pueden usarla para ver el campo de visión de la víctima. Y no es necesario tener habilidades especiales para lograrlo. Basta con adquirir un software en el mercado negro para espiar en dispositivos que no estén correctamente protegidos.
De igual manera, los ciberdelincuentes se sirven de las cámaras web para utilizarlas como puerta de entrada para distribuir diferentes tipos de malware de cara a conseguir los datos personales o financieros de los usuarios.
¿Cómo saber si la cámara ha sido hackeada?
La forma más habitual de averiguar si una webcam ha sido hackeada es cuando, sin utilizarla, se activa luz. Eso indica que está siendo usada. Asimismo, los expertos advierten que encontrar archivos no creados por el usuario en un dispositivo es otro síntoma de que los ciberdelincuentes pueden haber hackeado la cámara web.
¿Cómo proteger la ‘webcam’?
Con el objetivo de proteger la webcam de posibles intrusiones, es recomendable poner en práctica los siguientes consejos:
- Siempre que no se utilice, tapar la cámara con un papel, adhesivo o protector de plástico.
- Asegurarse de que la cámara y el micrófono no están conectados sin nuestro permiso.
- Actualizar el software y el antivirus de los dispositivos.
- Utilizar una conexión de Internet segura y evitar las redes wifi abiertas.
- Usar contraseñas seguras o un gestor de contraseñas y autenticación de doble o múltiple factor.
- Revisar la configuración de los equipos (opciones de seguridad, aplicaciones, permisos, condiciones, etc.).
- No visitar sitios web ni clicar en enlaces de correos electrónicos que resulten sospechosos.
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