En el marco del Día Internacional de la Mujer 2022, Segurilatam ofrece a sus lectores una serie de entrevistas a protagonistas destacadas del sector de la seguridad latinoamericano. Entre ellas se encuentra Verónica Torres Landa, directora ejecutiva de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (Amesp).
¿Cuándo se incorporó al sector de la seguridad? ¿Cómo ha sido su evolución profesional desde entonces?
En 2014 comencé mi andadura en la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), adscrita a la Secretaría de Gobernación (Segob), donde desempeñé diferentes cargos, desde directora de Difusión de Políticas en Seguridad Pública hasta directora general adjunta de Política Penitenciaria. En 2018 me incorporé a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Y desde 2019 soy directora ejecutiva de Amesp.
Bajo el punto de vista de Verónica Torres Landa, ¿qué aporta el talento femenino a las empresas y/o los departamentos de seguridad?
Aporta seguridad. Ello es así por la responsabilidad que tiene la mujer para desarrollarse profesionalmente y proveer a la familia. Cuidamos el trabajo y procuramos hacerlo de forma excelente.
En la seguridad privada, aunque siguen siendo minoría, las mujeres están avanzando firmemente hacia delante. Y ahora ya no resulta nada excepcional que veamos a una vigilante de seguridad de servicio en un edificio oficial, un supermercado o haciendo rondas en vehículos de vigilancia.
La mujer es leal, intuitiva, inteligente y con mucha empatía, por lo que da certeza de éxitos a quien la contrate. Las mujeres siempre buscan profesionalizarse y hay innumerables mujeres exitosas. No les tienen miedo a los retos.
A corto y medio plazo, ¿cuáles son las amenazas que más le preocupan?
No creo que haya amenazas. Más bien, considero áreas de oportunidad. La delincuencia cada día se profesionaliza más y esto obliga a las empresas a estar a la vanguardia en tecnología, capacitación y profesionalización dentro de los servicios que prestan. Siempre existirán problemas. Pero al ser servicios esenciales y especializados, siempre se requerirán.
Vivimos tiempos de cambio y después de la pandemia se escribió una historia diferente para la seguridad privada. Al tratarse de servicios esenciales para cubrir todos esos escenarios donde la COVID-19 amenazó con cierres de industrias, comercios, áreas estratégicas y de seguridad nacional, centros comerciales, etc., siempre hay un guardia, un custodio de bienes y servicios, un traslado de valores, un monitorista de CCTV, rastreo profesional, escoltas…
Los profesionales de la seguridad privada estuvieron y siguen presentes. Por eso, creo que es importantísimo que se considere a la seguridad privada como coadyuvante primordial, siempre actuando de la mano de la seguridad pública y la seguridad nacional.
Para finalizar, ¿qué les diría Verónica Torres Landa a las mujeres que se están formando y desean dedicarse a la seguridad?
Que se animen, es un mundo maravilloso. Una vez que lo conoces, nunca sales de él, además de que te permite desarrollarte profesionalmente y estar presente en la vida diaria de todos los ciudadanos si consideramos que la seguridad privada forma parte de nuestro día a día. Hay profesionalización, desarrollo, crecimiento y condiciones de paridad de género en un mundo muy desigual.
Perfil: Verónica Torres Landa (Amesp)
Licenciada en Derecho, Verónica Torres Landa afirma que la seguridad es su pasión y que en el servir encontró el sentido de una vida útil. La directora ejecutiva de Amesp es especialista en seguridad pública, seguridad privada, seguridad nacional y seguridad física de instalaciones estratégicas, así como formadora social y experta en vinculación estratégica y relaciones institucionales.
Su hoja de trayectoria académica y reconocimientos es amplia y diversa, abarcando desde un diplomado y una certificación en Administración de Seguridad Física en Instalaciones Estratégicas Gubernamentales hasta un diplomado en Desarrollo de Empresas de Seguridad Exitosas y Sustentables.
Además, Verónica Torres Landa considera que “la impartición de talleres de prevención de la violencia y el delito son una herramienta de cambio necesaria en nuestra sociedad para fortalecer el tejido social”.
