“Con este artefacto podemos tomar fotografías desde la parte superior de la escena y desde diferentes ángulos. Luego, presentamos a la autoridad competente una imagen o vídeo general del sitio de la escena, desde donde se puede apreciar a qué distancia se encontraban los vehículos, cuerpos, indicios y tener una apreciación real del lugar”, dijo el mayor Xavier Chango, jefe de la Unidad de Criminalística de Manabí.
El mayor aseguró que como agentes de criminalística están convencidos de que el avance tecnológico ayuda al trabajo forense. El hecho de que no se sometan a los avances tecnológicos puede entorpecer la investigación y dificultar la búsqueda de la verdad. Por eso, han visto conveniente la implementación de drones, denominados a nivel internacional como RPA, aeronaves piloteadas a control remoto.
El RPA que utiliza Criminalística se denomina Vacrim 1 y tiene una cámara fotográfica de 1.080 megapíxeles. En elevación puede llegar a 300 metros de altura, alejarse desde su punto de origen hasta 500 metros en línea de observación. Tiene una fuente de wifi y una aplicación propia que desde un celular o tableta se conecta y en forma directa se pueden visualizar las imágenes o vídeo. Tiene dos baterías, cada una con una autonomía de 20 minutos.
“A través del RPA podemos hacer tomas fotográficas y mediante un software, una composición para hacer un levantamiento en tercera dimensión (3D) de la escena. Estamos en el proceso de adquisición de ese software. Y esto va más allá todavía, la composición la podemos introducir en una impresora 3D y sacar una maqueta de la escena del delito”.
Fase de prácticas
Para la utilización de esta herramienta tecnológica, los uniformados pidieron autorización a la Dirección Técnica Científica de la Policía Nacional y al Sistema Nacional de Criminalística y Ciencias Forenses de la ciudad de Quito y así, en forma experimental, hacer este trabajo y una investigación científica.
Semanalmente entrenan seis peritos criminalísticos y próximamente el personal del Servicio de Investigaciones de Accidentes de Tránsito (SIAT). A nivel nacional no existe una regulación para el pilotaje de RPA. Sin embargo, el mayor Chango realiza un curso online de piloto de RPA, con una entidad de España, para obtener una licencia y así sustentar técnicamente la investigación científica.
La aeronave no puede volar cuando hay lluvia ni en espacios cerrados. Tampoco cerca de la escena del delito, sino desde los tres metros de altura hacia arriba, caso contrario genera mucha corriente de aire y puede contaminar la escena del delito.
La elevación se realiza a determinada distancia, previo a un comunicado a Aeropolicial y al Comité de Operaciones Aeronáuticas de las Fuerzas Armadas del Ecuador sobre que el equipo volará y su altura, para que si alguna nave realice un sobrevuelo no exista accidente. Aunque por lo general no sobrepasan el límite recomendado.
Ya se ha utilizado este artefacto en varias diligencias como reconstrucción de hechos y búsqueda de indicios. “Los funcionarios de la Fiscalía se han visto complacidos con los resultados de la tecnología que estamos utilizando, pues aportamos en el trabajo investigativo. Hemos tenido buenos comentarios de parte de la ciudadanía, jefes policiales y los administradores de Justicia”, comentó el jefe policial.
Del resultado de esta experiencia de investigación científica dependerá a futuro su implementación en todas las Unidades de Criminalística, a nivel nacional.
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