Un sensor de movimiento tiene como finalidad detectar personas, animales u objetos. Y es un componente muy importante en un sistema de alarmas. En esta ocasión, vamos a ocuparnos del detector de movimiento con sensor PIR (siglas de Passive Infrared Sensor). Y explicaremos en qué consiste, cuáles son sus principales características, qué usos tiene este dispositivo y qué ventajas aporta en relación a un sensor de movimiento convencional.
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¿Qué es un detector de movimiento con PIR?
Hablar de un detector de movimiento con PIR es hacerlo de un sensor infrarrojo pasivo. Es decir, no emite radiaciones para su funcionamiento, sino que las recibe.
- Se trata de un dispositivo que detecta cambios en la radiación infrarroja cuando una persona, animal u objeto se mueve en su área de cobertura.
- Por consiguiente, un sensor infrarrojo térmico detecta movimientos de personas, animales u objetos en función de los cambios de temperatura.
Estos sensores ópticos suelen formar parte de los sistemas de seguridad que se instalan en edificios públicos, sedes corporativas, oficinas, negocios y viviendas. Y al registrar movimientos en la zona vigilada alertan a los usuarios.
H2: ¿Qué diferencia hay entre un detector de presencia y movimiento?
Llegados a este punto, es oportuno aclarar que un detector de movimiento no debe confundirse con uno de presencia, aunque ambos, a priori, puedan tener la misma función. Al respecto:
- Un detector de presencia es capaz de percibir pequeños movimientos.
- Por su parte, un detector de movimiento requiere una actividad más evidente para generar una alarma. En este caso, la propiciada por la temperatura emitida por las personas, animales u objetos que se encuentren en el área a proteger.
Características de un sensor PIR
En lo referente a las características de un sensor PIR, su funcionamiento se basa en dos componentes principales: el sensor piroeléctrico y la lente de Fresnel.
- Sensor piroeléctrico. Es el encargado de medir las variaciones de radiaciones infrarrojas que se recibe y procesarlas como una señal eléctrica. Para ello, dispone de un transistor de efecto de campo que potencia y amplía la señal eléctrica que se produce cuando tiene lugar una variación de radiación.
- Lente de Fresnel. Denominada así por su inventor, el físico francés Augustin-Jean Fresnel, la lente de Fresnel es fina y ligera. Y está formada por anillos concéntricos.
Asimismo, un detector de movimiento con PIR suele incorporar un filtro de cara a prevenir falsas alarmas ocasionadas por los rayos solares. Y también circuitos especiales para proteger el dispositivo de las ondas de radiofrecuencia.
¿Para qué se utilizan los detectores con PIR?
Como ya se ha comentado, los detectores de movimiento con PIR están presentes en numerosos espacios. Y, actualmente, se emplean para diferentes fines. Entre ellos:
- Sistemas de seguridad. Estos detectores son habituales en sistemas de protección con el objetivo de alertar ante intrusiones. Además, gracias a su capacidad para registrar cambios de temperatura, pueden usarse para detectar y prevenir incendios.
- Sistemas de apertura. Del mismo modo, son útiles en los sistemas de automatización. Por ejemplo, para activar la apertura de puertas automáticamente al detectar movimiento.
- Sistemas de iluminación. Y otra de las utilidades de los detectores con PIR es prender la luz, de forma automática, cuando registra movimientos. Gracia a dicha función, quienes los utilicen se beneficiarán de un ahorro energético.
En lo que concierne al rango de detección de estos sensores, oscila, en función del modelo y su utilidad, entre 25 centímetros y 150 metros, aproximadamente.
Consejos para instalar detectores de movimiento con PIR
Llegado el momento de instalar un sistema que incluya detectores de movimiento con PIR, los expertos aconsejan tener en cuenta estas recomendaciones:
- El detector ha de ubicarse a la distancia correcta y enfocando de manera precisa hacia el área que se quiera monitorear y proteger.
- Relacionado con el punto anterior, en interiores una buena idea es instalarlos en los techos o cerca de ellos. En dicha situación garantizarán una mayor zona de monitoreo de movimientos.
- Igualmente, en su área de cobertura no debe haber barreras u obstáculos que dificulten su cometido. Como, por ejemplo, una columna.
- Otro aspecto a considerar es la calibración del ángulo. Este asunto es fundamental si se desea aprovechar su cobertura al máximo.
- Sobre los lugares donde han de instalarse, los especialistas recomiendan colocarlos junto a las puertas de acceso a las instalaciones o viviendas, pasillos, escaleras, estancias en las que se guarden objetos o información de valor, etc.
Adicionalmente, el instalador tiene que encargarse de ajustar los intervalos de tiempo de emisión de pulsos de detección y la distancia adecuada de esta última. Y también es primordial limpiar el sensor tras la instalación y periódicamente.
H2: Ventajas e inconvenientes respecto a los detectores de movimiento convencionales
En comparación con un sensor convencional, un detector de movimiento con PIR presenta las siguientes ventajas:
- Es una solución económica.
- Se instala fácilmente.
- No requiere mucho cableado.
- Detecta movimientos en la oscuridad con gran precisión.
- Consume poca energía.
Pero, al igual que sucede con otros dispositivos, presenta una serie de inconvenientes. Entre ellos:
- Su campo de detección no es demasiado amplio.
- En condiciones climáticas adversas, su funcionamiento puede no ser del todo preciso.
- En ocasiones no detecta personas, animales u objetos que se mueven de forma lenta.
- A veces puede ser motivo de falsas alarmas si se instala cerca de fuentes de calor como radiadores, estufas o chimeneas.
En definitiva, los especialistas concluyen que los detectores de movimiento con PIR son de gran utilidad en los sistemas de seguridad. Y también para los relacionados con la automatización de procesos.
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