El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha anunciado la creación de la nueva Sección Cibernética de Seguridad Nacional (NatSec Cyber, en inglés) dentro de su División de Seguridad Nacional. De esta manera, el Congreso estadounidense ha dado luz verde a una de las propuestas formuladas por Lisa Monaco en julio del año pasado. Entre otras comparecencias públicas, la fiscal general adjunta fue la encargada de anunciar la recuperación de parte del rescate pagado por Colonial Pipeline, en junio de 2021, al grupo de piratas informáticos DarkSide.
¿Cuáles son los objetivos de la Sección Cibernética de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia?
Entre otros, con la nueva Sección Cibernética de Seguridad Nacional se persigue materializar los siguientes objetivos:
- Aumentar la capacidad del Departamento de Justicia para interrumpir y responder a la actividad cibernética maliciosa.
- Promover la colaboración intergubernamental, y en el propio Departamento, para abordar unas ciberamenazas cada vez más sofisticadas y agresivas.
- Reforzar la cooperación entres socios clave. En particular, con la Sección de Delitos Informáticos y Propiedad Intelectual (CCIPS, por sus siglas en inglés) de la División Criminal del Departamento y la División Cibernética del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
- Ser un recurso valioso para los fiscales federales y del FBI en todo el país.
Durante la presentación de la Sección Cibernética de Seguridad Nacional, el fiscal general adjunto Matthew G. Olsen manifestó que la misma “contribuirá a que el Departamento de Justicia sea más rápido a la hora de enjuiciar a quienes perpetran ciberataques estado-nación, los ciberdelincuentes patrocinados por Estados, las personas especializadas en el lavado de dinero y aquellos que están detrás de las amenazas cibernéticas que pueden tener repercusión en la seguridad nacional”.
China, Rusia, Irán y Corea del Norte, principales amenazas para Estados Unidos en el ciberespacio
En este sentido, Olsen ha advertido que “las naciones hostiles están acelerando el uso de medios cibernéticos para llevar a cabo una amplia variedad de actividades: roban tecnologías confidenciales, secretos comerciales, propiedad intelectual e información personal, ejercen una influencia maligna y suponen una amenaza para nuestras infraestructuras críticas”.
Al respecto, el fiscal general adjunto ha observado que “no se necesita tener acceso a inteligencia clasificada para saber que nos enfrentamos a China, Rusia, Irán y Corea del Norte”. Unas naciones que, además de perpetrar ciberataques, “son un refugio seguro para los ciberdelincuentes especializados en campañas de ransomware y extorsión digital. La buena noticia es que nuestra respuesta a las ciberamenazas a la seguridad nacional se ha vuelto más efectiva en los últimos años”, ha destacado Matthew G. Olsen.
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