Una vez más, la basura espacial ha puesto en entredicho la seguridad en el espacio. El pasado mes de abril existió riesgo de colisión entre un objeto no identificado y la misión Crew-2 de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) y SpaceX que se dirigía a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). Y ahora, el brazo robótico Canadarm2 de esta última ha sido alcanzado por restos de basura espacial.
Basura espacial: amenaza constante
Concretamente, el impacto abrió un agujero en el brazo robótico y su manta térmica. Aunque se desconoce qué impactó contra la Estación Espacial Internacional, lo cierto es que la ISS corre riesgo de sufrir más incidentes como este. En torno a 23.000 objetos del tamaño de una pelota de béisbol o más grandes son rastreados de forma constante por las agencias espaciales para asegurarse de que no colisionan contra satélites o la propia ISS.
Sin embargo, advierte la Agencia Espacial Canadiense en un comunicado, “muchos pequeños objetos, como piedras, partículas de polvo o pintura de los satélites, son demasiado pequeños para ser monitoreados”.
Con anterioridad a este incidente, recuerdan desde la Agencia Espacial Europea, una de la ventanas de la ISS fue golpeada por desechos espaciales que produjeron un daño de 6,5 milímetros de diámetro. En este sentido, la agencia advierte que los objetos de 1,3 centímetros de anchura podrían penetrar en el módulo de la Estación Espacial Internacional. Y que aquellos que midiesen unos 10 centímetros romperían o destruirían secciones enteras.
Acuerdo entre la NASA y SpaceX
Los expertos coinciden en la necesidad de limpiar la basura espacial antes de que suceda algo realmente trágico. Y a muchos les preocupa el ritmo frenético que está alcanzando el proyecto de satélites Starlink de SpaceX. Al respecto, la compañía de Elon Musk espera contar con 42.000 satélites en el espacio en las próximas décadas.
De cara a mejorar la seguridad de los vuelos espaciales, SpaceX ha garantizado que sus satélites Starlink maniobrarán, de forma autónoma o manual, para garantizar que las misiones de la NASA operen sin riesgo de colisión.
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