A través de la resolución 77/243, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió declarar el Día Internacional para la Prevención del Extremismo Violento cuando Conduzca al Terrorismo. Dicha jornada tiene lugar cada 12 de febrero. Y a través de ella se pretende concienciar sobre el extremismo radical que propicie el terrorismo, así como mejorar la cooperación internacional al respecto.
El extremismo violento se ha incrementado en los últimos años. Y provoca desigualdad y pobreza, al atentar contra los derechos humanos de miles de personas, así como desestabilizaciones democráticas. Además, pone el foco en mujeres y niños al convertirse en el elemento central de la violencia extremista y los actos terroristas, lo cual incluye coerción mediante la violencia sexual y la esclavitud.
¿Qué se entiende por extremismo violento?
En cuanto a qué se entiende por extremismo violento, existen diferentes definiciones. En el caso de las organizaciones de ámbito mundial, es considerado de las siguientes maneras.
- La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) observa que este tipo de extremismo «se refiere a las creencias y acciones de las personas que apoyan o utilizan la violencia para lograr objetivos ideológicos, religiosos o políticos». Algo que puede incluir «el terrorismo y otras formas de violencia de motivación política».
- Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que esta clase de extremismo se basa en la «promoción de opiniones que fomenten e inciten a la violencia en favor de determinadas creencias y promuevan el odio que pueda conducir a actos violentos entre comunidades».
En lo relativo al continente americano, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos define el extremismo violento como «el fomento, aprobación, justificación o apoyo de un acto violento para lograr objetivos políticos, ideológicos, religiosos, sociales o económicos».
Y en algunas definiciones, en Canadá observan que las opiniones radicales no son un problema en sí mismo. Pero se convierten en una amenaza para la seguridad nacional cuando pasan a ser acciones violentas.
Plan de acción para prevenir el extremismo
Con el fin de enfrentar este problema global, Naciones Unidas ha aprobado el Plan de Acción para Prevenir el Extremismo Violento. Este documento solicita adoptar un enfoque amplio que, además de las medidas esenciales contra el terrorismo fundamentadas en la seguridad, contemple una visión preventiva. De esta forma, se podrán abordar las condiciones subyacentes que impulsan a las personas a radicalizarse y unirse a grupos extremistas violentos. Para ello, el texto comparte más de 70 recomendaciones.
En cuanto a ONU Mujeres, ya abordó dicha problemática en su Plan Estratégico 2018-2021. Y la Unesco cuenta con la decisión 197 EX/46, cuyo propósito es brindar apoyo a los Estados en la elaboración de estrategias para prevenir el extremismo más radical.
Sobre el particular, junto a la aplicación de programas de lucha contra el extremismo violento y el terrorismo, los expertos proponen poner en práctica una serie de acciones. Entre ellas:
- Preservar la paz, los derechos humanos, las libertades fundamentales, la tolerancia y la solidaridad con una visión de futuro para las nuevas generaciones.
- Para conseguirlo es importante promover valores, competencias y habilidades entre niños, adolescentes y jóvenes. De este modo podrán formarse como ciudadanos y alejarse del terrorismo y la violencia.
- Asimismo, es esencial impulsar la alfabetización mediática y digital para garantizar el manejo de una información idónea y veraz.
- Por último, la defensa del legado cultural de la humanidad y la igualdad de género son primordiales para promover una sociedad justa, equitativa y pacífica.
Finalmente, la resolución 77/243 de la Asamblea General de las Naciones Unidas advierte que el extremismo más radical no debe vincularse a ninguna religión, nacionalidad, civilización o grupo étnico en concreto.
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