En materia de protección de infraestructuras críticas, Gina Raimondo, secretaria de Comercio de EEUU, ha asegurado que “los ataques de ransomware están aquí para quedarse”. Y ha advertido que lo lógico es pensar que se intensifiquen. Por ello, tras los incidentes sufridos por Colonial Pipeline y JBS, ha instado a los operadores de infraestructuras críticas a reforzar su ciberseguridad.
Consciente de este problema, el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva de cara a imponer estrictos estándares para las empresas que suministren software al Gobierno federal. Asimismo, el mandatario estadounidense animó al sector privado a adoptar dichos estándares. Y la Casa Blanca también ha presentado un programa, junto al Departamento de Energía, para incrementar la seguridad de las infraestructuras críticas ante la que considera una “creciente amenaza”.
‘Ransomware’ e infraestructuras críticas
El pasado mes de mayo, Colonial Pipeline, la mayor red de oleoductos de EEUU, se vio obligada a suspender sus actividades tras sufrir un ataque de ransomware. Con el objetivo de reanudarlas cuanto antes, la compañía pagó 4,4 millones de dólares a los piratas informáticos. “Aunque desde las administraciones nos alientan a no pagar a los ciberdelincuentes, hicimos lo mejor para el país”, declaró Joseph Blount, presidente y CEO de Colonial Pipeline, al Wall Street Journal.
Días después, JBS, la segunda mayor procesadora de carne de EEUU, también fue víctima de un ataque de ransomware. Y, al igual que Colonial Pipeline, la filial de la empresa brasileña hubo de interrumpir sus operaciones. Según el FBI, un grupo cibernético vinculado a Rusia, y conocido como REvil, sería el autor de la acción perpetrada contra un sector estratégico como el alimentario.
Ataque al transporte de Nueva York
Y también en el ámbito de las infraestructuras críticas, la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA, por sus siglas en inglés) de Nueva York ha revelado que varios de sus sistemas informáticos fueron atacados por hackers el pasado mes de abril.
“Respondimos de forma rápida gracias a una empresa de ciberseguridad, cuya auditoría forense no encontró muestras de que los sistemas operativos resultaran impactados. Los atacantes no accedieron a información de empleados ni de clientes. Y no hubo pérdidas de datos ni cambios en nuestro sistema vital”, ha precisado Rafail Portnoy, director de Tecnología de la MTA.
Archivado en:
