A nivel internacional, ha crecido la preocupación por el desafío que suponen las amenazas asimétricas en el entorno submarino para los campos de seguridad y defensa. La protección de puertos, buques e infraestructuras críticas contra amenazas submarinas requiere el uso de sensores altamente especializados.
Con esta introducción, Eduardo Ruiz Pérez, responsable comercial y de desarrollo de negocio de Mercado Civil y Seguridad de SAES, inició su ponencia en el II Congreso Mexicano de Protección de Infraestructuras Críticas organizado por Segurilatam. Una presentación en la que repasó los principales riesgos que entraña la lámina de agua.
Sabotaje y narcotráfico
Al respecto, el experto se refirió, en primer lugar, a las acciones de sabotaje, “que pueden provocar daños a buques, puntos de carga de hidrocarburos u otras infraestructuras críticas. “En definitiva, daños materiales, parada de la actividad y posibles daños personales”, resumió.
Asimismo, Ruiz Pérez consideró un peligro el narcotráfico, “que ha ido desarrollando y perfeccionando métodos cada vez más sofisticados para evadir la vigilancia, incluyendo el uso de la vía submarina”. En este sentido, explicó que “los narcotraficantes pueden sumergir la carga bajo el casco de una embarcación, adosar una carga a buques mercantiles o emplear minisubmarinos. Métodos, todos ellos, que entrañan un riesgo para la seguridad marítima y portuaria”, señaló.
Soluciones de protección
En cuanto a cómo proteger la lámina de agua de las infraestructuras críticas de este tipo de amenazas, para reforzar la seguridad de la superficie explicó que existen cámaras de videovigilancia adaptadas, sistemas de radar de control del tráfico marítimo y barreras físicas de protección contra embarcaciones.
Y para la parte submarina, más compleja, hizo alusión a la acústica, las barreras físicas submarinas, los sistemas de inspección de cascos y fondos y, finalmente, los sónares de detección de buceadores como los que comercializa SAES.
Finalmente, en lo relativo a la monitorización, Eduardo Ruiz Pérez hizo hincapié en la necesidad de contar con un sistema general que integre todas las soluciones y sea una solución de conjunto para hacer frente a las amenazas de la lámina de agua en el ámbito de las infraestructuras críticas.
“Un ejemplo es el sistema de vigilancia de aguas próximas de Navantia, que integra vídeo, radar y el sónar proporcionado por SAES. Todo ello, con un sistema de mando y control centralizado, permite la supervisión de todos los sistemas y facilita tareas de intervención”, razonó.
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