A finales de 2020 podrían producirse cientos de millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus. Al menos, esa es la previsión de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la actualidad se están ensayando unas 300 vacunas y tres están cerca de iniciar la fase final de pruebas en humanos: la de la Universidad de Oxford, la que desarrolla la compañía Moderna y otra más de CanSino Biologics en China.
“Tengo esperanza, soy optimista. Pero el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus es una tarea compleja e incierta. Lo bueno es que existen varias opciones. De esta forma, si algunas fallan no perderemos la esperanza. Pero si tenemos suerte, habrá una o dos vacunas exitosas a finales de año”, ha declarado Soumya Swaminathan, jefa de científicos de la OMS.
Tres candidatas
En el caso de la vacuna contra el coronavirus que se está desarrollando en Reino Unido, podría llegar en el último trimestre del año. “Si todo va bien, tendremos los resultados de los ensayos clínicos en agosto y septiembre. Eso quiere decir que podría empezar a entregarse a partir de octubre”, ha avanzado el profesor Adrian Hill, director del Jenner Institute de la Universidad de Oxford.
En cuanto a la vacuna de Moderna, la biotecnológica estadounidense ha anunciado que los ensayos de fase 3 –previa a la comercialización– comenzarán en julio. Está previsto que se lleve a cabo un estudio, en colaboración con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU, para testar el prototipo en 30.000 personas.
Por lo que respecta a la empresa china CanSino Biologics, todavía no ha puesto fecha al inicio de los ensayos de la investigación. Al parecer, los realizados indican que su vacuna contra el coronavirus es segura y genera anticuerpos. En cualquier caso, la epidemióloga Wei Chen observa que “los resultados deben interpretarse con cautela. Todavía estamos muy lejos de que una vacuna esté disponible para todos”.
Reparto de vacunas
Al respecto, Soumya Swaminathan ha advertido que es necesario que los países se unan y acepten un mecanismo. “Estamos proponiendo un marco que podría usarse para decidir a quién se debe priorizar. Entre otros grupos, pensamos en conductores y trabajadores de ambulancias y de salud, policías, empleados de supermercados, operarios de saneamiento… Estas personas están muy expuestas”, ha indicado la representante de la OMS.
Además, la funcionaria ha hecho referencia a los ancianos y a los ciudadanos con hipertensión, diabetes o demencia. “Y las cárceles, los hogares de la tercera edad, las fábricas y los barrios marginales urbanos donde se han identificado brotes también deben ser prioritarios en el reparto de la vacuna contra el coronavirus”, ha precisado Swaminathan.
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