Mientras los científicos de medio mundo, como los chilenos, intentan desarrollar un remedio eficaz que permita hacerle frente al coronavirus, la vacuna contra el COVID-19 ha llegado a la zona oscura de Internet. Según la Oficina de Coordinación Cibernética del Ministerio del Interior de España, en un sitio web alojado en la DarkNet podría estar gestándose la venta fraudulenta de una supuesta vacuna protectora frente al COVID-19 a un precio de 110 euros cada dosis.
Todo apunta a que se trata del portal Coronavirus Vaccine, no indexado por los navegadores convencionales y solamente accesible a través del navegador TOR. Desde que se declaró la pandemia, los expertos de la Oficina de Coordinación Cibernética han detectado un aumento de la actividad delictiva asociada al coronavirus. De manera especial, en la zona oscura de Internet.
En cuanto al sitio Agartha Underground Oasis, comercializaba grandes volúmenes de material médico destinado al ámbito profesional. Y The Coronavirus Epidemic se dedicaba a la venta de mascarillas. En ambos casos, el material ofertado no había pasado las medidas oficiales de control y homologación para comprobar su seguridad y eficacia.
Por lo que respecta a la comercialización de medicamentos, se han detectado numerosos casos tanto en la DarkNet como en la capa de Internet de acceso universal. El engaño consiste en no enviar los productos al hacerse efectivos los pagos o en proporcionar fármacos que no ayudan a combatir el coronavirus o tienen efectos perjudiciales para la salud.
Mercado de vacunas falsas
Continuando con la venta de vacunas contra el COVID-19, la Oficina Europea de Policía (Europol) prevé que el hallazgo de una vacuna eficaz dé lugar a un mercado de copias falsas. “Creemos que cuando haya una vacuna lista contra el COVID-19, los criminales usarán esta oportunidad para vender vacunas falsas”, ha manifestado Catherine de Bolle, directora de Europol.
Asimismo, De Bolle ha señalado que se ha detectado un aumento en la demanda de productos falsos que aseguran prevenir, tratar o curar el coronavirus. Y también “ciertos tipos de productos sanitarios” como la equipación protectora o los test para detectar si se ha pasado la enfermedad.
Finalmente, la directora de Interpol ha añadido que “sospechamos que la mayoría de los productos farmacéuticos e ingredientes activos vendidos en la Unión Europea tienen origen en China e India. Ambos son países con una significativa industria farmacéutica química tanto lícita como ilícita”.
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