La incorporación de armas no letales a los servicios de vigilancia y seguridad privada aumenta la calidad en la prestación de este servicio. Esta fue una de las conclusiones del webinar Armas no letales en Colombia: ¿un problema de seguridad nacional?, moderado por Nicolás Botero-Páramo Gaviria, director ejecutivo de la Federación Colombiana de Empresas de Vigilancia y Seguridad Privada (FedeSeguridad) y enmarcado en la serie de encuentros virtuales Hablando de vigilancia y seguridad privada organizados por dicha asociación.
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Armas no letales: servicio seguro
Sobre la utilización de armas en el país, Felipe Molinares, gerente de la empresa Seguridad de Occidente, manifestó que “si hay entidades que controlan y hacen un buen uso de ellas en Colombia, esas son las empresas de vigilancia y seguridad privada”. Y ello es así, argumentó, porque “los hombres y mujeres operativos tienen que pasar un examen psicofísico cada año. También deben realizar un curso de reentrenamiento anual. Y la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada (Supervigilancia) realiza visitas permanentes para auditar el armamento”.
Sin embargo, observó Molinares, solo se hace uso de armas de fuego en el servicio de vigilancia y seguridad privada en casos específicos de alto riesgo. “Pero las armas no letales brindan un servicio más seguro y confiable para los usuarios y los propios guardas de seguridad”, opinó. En relación a estas últimas, el gerente de Seguridad en Occidente señaló que “hemos solicitado a la Supervigilancia que las reglamente. Y que nos indique cuáles debemos utilizar”.
Política pública y no prohibición
Asimismo, durante el webinar se puso de manifiesto que es necesario impulsar una política pública de control de armas en Colombia. Y ello es así, según Manuela Suárez, investigadora de política criminal de la FIP, y Daniel Mauricio Rico, director de C-Análisis, porque en el país no existe un control efectivo de armas de fuego y no letales, lo cual ha sido aprovechado por la ilegalidad.
Por su parte, Gabriel Jaime Vallejo, representante en la Cámara por Risaralda, calificó de absurda la posición de extender la prohibición y restricción de las armas no letales. “Sería un error mayúsculo que afectaría al servicio de vigilancia y seguridad privada”, advirtió.
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