Imagínate la situación: una persona inicia una conversación con otro individuo, pero este no le responde porque se encuentra pendiente de su celular. Dicha conducta podría ser considerada una falta de educación. Pero va más allá de ello: quienes obran así suelen padecer phubbing o ningufoneo.
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Orígenes del ‘phubbing’ o ningufoneo
Como ya se ha explicado, el phubbing consiste en estar completamente entregado al teléfono móvil. Una atención que conlleva ignorar a las personas del entorno más cercano. En cuanto a sus orígenes, se trata de una combinación de los términos ingleses phone (teléfono) y snubbing (desairando o despreciando).
Traducido al español como ningufoneo, este tipo de comportamiento absorto no es exclusivo de ninguna franja de edad. Cualquier persona puede padecer dependencia al móvil. Algo lógico si se tiene en cuenta que, según un informe de la firma App Annie, los usuarios utilizan el celular una media de 4,8 horas al día. Es decir, más del doble de tiempo recomendado por los expertos.
Sin duda, los teléfonos móviles aportan numerosas ventajas a sus usuarios. Así, posibilitan realizar llamadas telefónicas, chatear, utilizar las redes sociales, enviar correos electrónicos, leer las últimas noticias… Pero un uso prolongado puede tener consecuencias negativas que se materializan en forma de phubbing y tecnoestrés.
¿Cómo saber si se padecen conductas adictivas?
Estar entregados por completo al celular impide ser conscientes de que somos víctimas del ningufoneo. Por ello, los expertos invitan a que nos hagamos estas preguntas:
- ¿Nos sentimos inseguros o temerosos si no tenemos nuestro teléfono móvil?
- ¿Solemos ignorar a las personas que nos rodean cuando hacemos uso del smartphone?
- En lugar de socializar, ¿cuándo nos encontramos con nuestros amigos o familiares permanecemos más atentos al móvil?
- ¿En los bares y restaurantes siempre tenemos el celular junto a la consumición?
- En vez de leer un libro o conversar con otra persona, ¿en el transporte público o en los espacios públicos preferimos utilizar el teléfono móvil?
Si las respuestas a dichas preguntas son afirmativas, ello significa que padecemos conductas adictivas.
¿Qué consecuencias tiene la dependencia al móvil?
Como ya se ha explicado, el phubbing consiste en estar pendiente del móvil e ignorar al resto de personas. En este sentido, la primera consecuencia que produce el ningufoneo es el rechazo por parte de quienes desean entablar una conversación con nosotros. Seremos considerados maleducados e irrespetuosos.
De igual modo, aquellos que lo padecen sufren problemas como nomofobia –miedo a no tener el teléfono móvil a mano–, autismo virtual, dolor de cuello, baja autoestima, etc.
10 consejos para prevenir el ‘phubbing’
Como sucede con otras adicciones, es posible prevenir y combatir el phubbing. Lo importante, advierten los especialistas, es tener fuerza de voluntad para no depender del teléfono móvil. Para ello, entre otras recomendaciones, es interesante poner en práctica los siguientes consejos:
- Desactivar las notificaciones y silenciar el dispositivo.
- Instalar una aplicación para controlar el tiempo de uso del móvil.
- Establecer franjas horarias o pausas de descanso en el uso del celular.
- Revisar los permisos de notificaciones y restringirlos para evitar la infoxicación o sobrecarga informativa.
- Fomentar la comunicación presencial con familiares y amigos.
- Practicar actividades que no impliquen la utilización del teléfono móvil.
- No usar el dispositivo cuando se realicen otras tareas –por ejemplo, al mismo tiempo que se ve la televisión o durante las comidas–.
- Guardar el celular en un cajón para evitar estar pendiente de él a todas horas.
- No utilizar el móvil antes de dormir.
- Tomarse un día libre sin teléfono. Es lo que se conoce como silencio digital.
En resumen, gracias a estas recomendaciones podremos ir reduciendo la dependencia al celular. Algo que disminuirá los niveles de tecnoadicción, causante, a su vez, de errores humanos que suelen ser aprovechados por la ciberdelincuencia.
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