Hablar del spam es hacerlo de comunicaciones no deseadas. Y en el ámbito de la informática, sus orígenes se sitúan en 1978. Aquel año se detectó una campaña que tenía como destinatarios a los usuarios de Arpanet. Se trataba de una red de computadoras creada por encargo del Departamento de Defensa (DOD, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos que se usó como medio de comunicación entre las diferentes instituciones académicas y estatales.
Con el transcurrir de los años, este tipo de comunicaciones ha ido creciendo. Y en muchos casos lleva asociados enlaces de phishing, contenidos fraudulentos o familias de malware. De cara a proteger a los usuarios, las firmas de seguridad y software han desarrollado soluciones antispam. Y existen leyes que establecen reglas para el envío de correos y mensajes comerciales de cara a proteger a los usuarios.
¿Qué es el ‘spam’ y cuántos tipos existen?
En cuanto a qué es el spam, desde ESET explican que se trata de “cualquier forma de comunicación no solicitada que se envía de forma masiva”. Y puede propagarse a través de diferentes vías:
- Correo electrónico. El correo spam es el más habitual. En muchos casos se trata de publicidad no deseada. Pero desde la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) advierten que puede utilizarse para campañas de phishing o distribución de malware.
- Mensajes instantáneos. Plataformas como Skype, Snapchat o WhatsApp representan otro canal utilizado por los spammers.
- Mensajes de texto (SMS). Igualmente, los spammers se sirven de los SMS. Relacionado con ellos, es importante saber qué es el smishing y cómo prevenirlo.
- Mensajes de voz. Del mismo modo, es habitual que los usuarios reciban llamadas telefónicas que, además de no ser deseadas, están vinculadas a mensajes de voz.
- Redes sociales. Por último, la creación de cuentas falsas en las principales redes sociales también es otra vía empleada por los spammers en sus campañas.
Asimismo, estos últimos abusan de los métodos de optimización de los motores de búsqueda (SEO) para sus fines. Por ejemplo, mediante palabras clave, reescribiendo contenidos, insertando links…
¿Cómo puede reconocerse?
Independientemente del medio utilizado para difundirlo, es esencial reconocer el spam. En algunos casos se tratará de publicidad no deseada e inofensiva. Pero en otros esconderá fines maliciosos de la ciberdelincuencia. A grandes rasgos, estar atentos a una serie de detalles nos ayudará a detectarlo:
- En primer lugar, debe sospecharse de los correos o mensajes no deseados. Por ello, es fundamental verificar quién los envía.
- Hay que desconfiar de las comunicaciones escritas en otro idioma, que tengan errores ortográficos o palabras mal escritas.
- Al estar asociado a la publicidad, el spam se emplea para comunicar curas milagrosas, productos con un precio inferior al normal, préstamos a un tipo de interés muy bajo, mejoras del rendimiento sexual… Por lo general, se trata de anuncios engañosos.
- Del mismo modo, se utiliza para intentar que los usuarios aporten información personal como claves o datos bancarios.
Consejos para prevenir el ‘spam’
De cara a prevenir el spam, no recibir publicidad no deseada y evitar ser víctimas de los ciberdelincuentes, los expertos en seguridad cibernética recomiendan poner en práctica los siguientes consejos:
- Compartir nuestra dirección de correo electrónico o número de teléfono de forma responsable.
- Crear una dirección de correo electrónico específica para recibir boletines o suscripciones.
- Usar la función de denuncia de spam del proveedor de correo electrónico.
- No clicar en enlaces sospechosos, no descargar archivos adjuntos ni responder a los correos o mensajes recibidos de publicidad no deseada.
- Instalar una solución antispam en los equipos informáticos y dispositivos móviles.
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