Las fugas de datos relacionadas con ataques de ransomware experimentaron un crecimiento del 82% en 2021. Esta es una de las principales conclusiones del último informe de amenazas globales publicado por CrowdStrike, firma especializada en ciberseguridad. Según la compañía con sede en Austin (Texas, EEUU), dicho dato pone de manifiesto la importancia que tiene la información confidencial para la ciberdelincuencia.
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Además, el reporte señala que los rescates solicitados en los ataques de ransomware aumentaron un 36% hasta alcanzar los 6,1 millones de dólares de media. En cuanto a las detecciones de acciones relacionadas con secuestros informáticos, los expertos en seguridad cibernética observan que el 62% no incluía malware.
Ciberataques dirigidos desde gobiernos
De igual manera, el informe pone el foco en la evolución de los ciberataques dirigidos desde gobiernos. En este sentido, los ciberdelincuentes iraníes han adoptado operaciones de información disruptiva. Para ello, usan técnicas de ransomware cuyo fin es cifrar redes y filtrar la información obtenida.
En cuanto a China, las acciones se concentran en la explotación de vulnerabilidades y los ataques dirigidos. De manera especial, contra dispositivos conectados y Microsoft Exchange, el servicio de correo electrónico empresarial del gigante tecnológico.
Por lo que respecta a Rusia, el grupo Cozy Bear ha expandido sus ciberataques contra proveedores de servicios cloud para minar la confianza entre organizaciones y acceder a objetivos secundarios. Y el grupo Fancy Bear se centra, cada vez más, en las tácticas de recolección de credenciales a través de escaneos a gran escala y phishing personalizado.
Por último, las acciones procedentes de Corea del Norte se basan, sobre todo, en entidades relacionadas con criptomonedas. En este caso, el objetivo es mantener la generación de negocio ilícito tras la crisis provocada por la pandemia de COVID-19.
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