Como ya hemos comentado en otras entradas, Internet aporta muchas ventajas a sus usuarios: desde acceder a múltiples contenidos hasta interactuar con otras personas a través de las redes sociales, sus beneficios son numerosos. Pero también entraña peligros. Por ello, en lo referente a los riesgos para los jóvenes en Internet, en esta ocasión vamos a ocuparnos de la sextorsión.
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¿Qué es la sextorsión o chantaje sexual?
Sobre qué es la sextorsión, desde la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) de España explican que este tipo de extorsión consiste en amenazar a una persona con la publicación de fotos, vídeos o información de carácter sexual si no paga una cantidad de dinero. En muchos casos, el chantajista no dispone de ningún material. Pero se sirve del miedo y el desconocimiento para intentar materializar su propósito.
Respecto a esta amenaza, los riesgos para los jóvenes en Internet se han centrado, tradicionalmente, en las mujeres. Pero el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de EEUU advierte que se ha producido un importante aumento de incidentes de extorsión sexual dirigidos a hombres adolescentes.
¿Qué consecuencias tiene la sextorsión?
La posibilidad de que se difunda contenido íntimo puede tener consecuencias muy negativas para los jóvenes. Concretamente, señalan los especialistas, dicha amenaza podría causarles un grave trauma emocional y mental. Y al sentirse avergonzados o asustados, no buscarían el apoyo de amigos, padres o profesores. De ahí que muchas víctimas acaben accediendo a la petición del chantajista.
¿Cómo prevenir la extorsión sexual?
Con el objetivo de minimizar los riesgos para los jóvenes en Internet y prevenir la sextorsión, los expertos en seguridad cibernética recomiendan poner en práctica los siguientes consejos:
- En primer lugar, se debe ser cuidadoso y no compartir fotos, vídeos o información de carácter privado. De manera especial, con personas desconocidas.
- Del mismo modo, si no estamos utilizando la cámara u otros dispositivos de audio como el micrófono, es mejor desconectarlos.
- Y tampoco es conveniente permitir que cualquier aplicación tenga acceso a la cámara del dispositivo.
- En el caso de las redes sociales, hay que configurarlas como privadas.
- Por último, han de ignorarse los mensajes de desconocidos y desconfiar de quienes desean trasladar una conversación a otra plataforma.
En el supuesto de que un chantajista amenace con publicar fotos, vídeos o información de carácter sexual que pueda comprometernos, es importante:
- Mantener la calma, ya que podría tratarse de un engaño.
- Cesar toda comunicación con el extorsionador.
- No pagarle dinero. El pago no garantiza que deje de extorsionarnos y se favorece este tipo de prácticas.
- Guardar todas las pruebas posibles (capturas de pantalla de los mensajes o imágenes que nos haya enviado el chantajista) y ponerlas a disposición de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
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