Preocupación internacional en materia de protección de infraestructuras críticas. Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rusia ha contravenido los pilares indispensables de la seguridad nuclear al tomar el control de la central de Zaporiyia (Ucrania).
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La seguridad nuclear, en manos rusas
Si bien el personal habitual sigue operando la central, la seguridad nuclear de la planta de Zaporiyia se ha visto comprometida. Ahora, las decisiones relacionadas con el funcionamiento técnico de las seis unidades del reactor requieren la aprobación previa de un comandante ruso. Algo que, advierte Rafael Mariano Grossi, director general del OIEA, es sumamente preocupante.
“La toma de control de la central de Zaporiyia contraviene uno de los siete pilares indispensables de la seguridad nuclear”, ha señalado Grossi. Concretamente, se refiere al pilar número 3, el cual establece que “el personal de explotación [de una central nuclear] ha de ser capaz de cumplir con sus deberes de seguridad y protección y tener la capacidad de tomar decisiones libres de presiones indebidas”.
Desconexión de comunicaciones vitales
De igual manera, inquieta que las fuerzas rusas hayan desconectado algunas redes de telefonía móvil e Internet vinculadas a la central. Por ello, observa el OIEA, “no se puede obtener información fiable de la planta de Zaporiyia a través de los canales normales de comunicación”. En este caso, indican desde el organismo, se contraviene el pilar número 7. El mismo decreta que “deben garantizarse las comunicaciones fiables [de la central nuclear] con el regulador y otras entidades”.
“La situación de deterioro de las comunicaciones vitales entre el regulador y la central nuclear de Zaporiyia también nos preocupa, ya que se trata de una parte fundamental de la seguridad nuclear”, ha comentado Rafael Mariano Grossi.
A pesar de los problemas de comunicación, el regulador ucraniano ha confirmado que los niveles de radiación de la central continúan siendo normales.
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