Debido a los activos que maneja y la información confidencial de los clientes, la industria bancaria es una de las más críticas y sensibles a nivel global. Por ello, Segurilatam ha llevado a cabo una encuesta en su página de LinkedIn formulando esta pregunta: «¿Cuál crees que es el principal desafío para la seguridad en el sector bancario?». Y ha obtenido las siguientes respuestas:
- Ciberamenazas (66%).
- Banca digital y móvil (14%).
- Normas y regulaciones (12%).
- Seguridad física (8%).
Desafíos para la seguridad en el sector bancario
Como puede observarse, las amenazas cibernéticas son consideradas el primer reto de seguridad en el sector bancario, situándose a continuación la banca digital y móvil. En menor medida, también preocupan las normas y regulaciones que afectan a la industria bancaria, así como los riesgos físicos.
Ciberamenazas: pérdidas económicas y reputacionales
De forma continua, los piratas informáticos desarrollan nuevas técnicas para acceder a los sistemas bancarios, poniendo en riesgo tanto los activos del sector como la información confidencial de los clientes. Para ello, se sirven de malware, ransomware, phishing, ataques de denegación de servicio (DDoS)… Entre otros impactos:
- Un ataque exitoso puede causar pérdidas millonarias tanto por el robo directo como por los costos asociados a la recuperación y restauración de sistemas.
- De igual manera, la reputación de una entidad bancaria puede verse gravemente afectada, erosionando la confianza de los clientes.
Banca digital y móvil: nuevos accesos para los ciberdelincuentes
El auge y desarrollo de la banca digital y móvil ha convertido al bancario en un sector más accesible para los usuarios. Pero, al representar una nueva oportunidad para los ciberdelincuentes, también supone un desafío de seguridad en el sector bancario que las organizaciones deben enfrentar. Y ello es así porque vulnerar la banca digital y móvil puede tener las siguientes consecuencias:
- Robo de datos personales, fraudes y acceso no autorizado a cuentas bancarias.
- Repercusión económica y reputacional para las entidades.
Normas y regulaciones: ¿por qué no es buena idea incumplirlas?
El sector bancario puede presumir de ser uno de los más maduros en materia de seguridad. Algo lógico, pues está altamente regulado por normas estrictas que buscan proteger a los consumidores y mantener la estabilidad de dicha industria. En este sentido, el incumplimiento puede traducirse en:
- Sanciones severas y daños a la reputación.
- Riesgo elevado para los activos bancarios y la seguridad de la información.
Seguridad física: un riesgo tradicional que continúa vigente
Y en lo referente a la seguridad en el sector bancario, a pesar de la digitalización, la seguridad física continúa siendo un desafío a tener en cuenta. Al respecto, las amenazas incluyen robos, vandalismo y acceso no autorizado tanto a las sucursales como a los cajeros automáticos (ATM) ubicados fuera de las oficinas o incluso los vehículos de transporte de valores. En consecuencia:
- Las brechas en la seguridad física tienen como resultado el robo de dinero u objetos y documentos de valor, la afectación de activos físicos, daños a la infraestructura, etc.
- Y ponen en riesgo la vida de empleados, colaboradores y clientes.
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