Chile ha decretado el estado de excepción para prevenir contagios por coronavirus. Además, el país se prepara para la llegada de los meses más fríos y un escenario en el que podrían coincidir el Covid-19 y el virus sincitial respiratorio (VRS). Por ello, los equipos de investigación trabajan contra reloj en una vacuna contra el coronavirus. Un esfuerzo que podría tener resultados en dos meses con la llegada del primer prototipo.
Las investigaciones están siendo llevadas a cabo por científicos del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII). Al frente de este último se encuentra el doctor Alexis Kalergis, quien explica que, una vez obtenido el prototipo de vacuna contra el coronavirus, se han de superar varias etapas.
“En primer lugar”, señala Kalergis, “tendremos que demostrar que el prototipo es seguro y efectivo en modelos experimentales. Seguidamente, su fabricación deberá cumplir con la regulación chilena e internacional. Y si todo sale según lo esperado, la fase siguiente corresponderá a la realización de pruebas clínicas de seguridad en humanos”.
Sobre la comercialización de la vacuna contra el coronavirus, el doctor estima que podría estar a la venta en un año y medio. Pero ello dependerá de los resultados que se vayan obteniendo en las distintas etapas de su desarrollo, la disponibilidad de recursos y el cumplimiento de la normativa para completar los estudios.
Mascarillas de cobre
Por otra parte, Chile se ha convertido en un referente en la exportación de mascarillas de cobre. Concretamente, CoureTex es la empresa encargada de fabricarlas. Y según apuntan desde esta pequeña firma porteña, el tejido empleado en ellas impide la transmisión de bacterias, hongos y virus. Además, son lavables y reutilizables.
Con la crisis del coronavirus, CoureTex ha multiplicado considerablemente su producción y actualmente fabrica 500.000 mascarillas al mes. Un recurso de primera necesidad exportado a Argentina, Australia, Bolivia, China, Ecuador, España, México y Perú.
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