Argentina y México han confirmado los primeros casos de pacientes con viruela del mono en América Latina. En el caso de Argentina, se trata de un ciudadano del país que viajó a España y de un español recién llegado a Buenos Aires. En cuanto a México, el enfermo es un residente de Nueva York cuyo contagio pudo producirse en Países Bajos. Y por lo que respecta al resto de América, la enfermedad había sido detectada con anterioridad en Canadá y Estados Unidos.
¿Qué es la viruela del mono?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que, comúnmente, la viruela del mono se encuentra en las selvas tropicales de África central y occidental. Se trata de una enfermedad zoonótica viral. Es decir, puede transmitirse de animales a humanos, aunque también existe contagio de persona a persona.
Recibe su nombre porque se detectó en los simios de un laboratorio en 1958. Pero la mayoría de animales susceptibles de contraerla y contagiarla son los roedores. De manera especial, los lirones, los perros de las praderas y las ratas gigantes de Gambia.
¿Cuáles son sus síntomas?
Una persona afectada por la enfermedad de la viruela del mono suele presentar algunos de los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza intenso.
- Dolor de espalda.
- Dolores musculares.
- Erupciones o lesiones en la piel.
- Falta de energía.
- Fiebre.
- Ganglios linfáticos inflamados.
Generalmente, las erupciones aparecen en los primeros días de fiebre. Y suelen presentarse en la cara y las plantas de las manos y de los pies, aunque también brotan en otras partes del cuerpo. Entre ellas, la boca, los genitales y los ojos. Estas lesiones pueden ser pocas o muy numerosas, planas o abultadas y con líquido transparente o amarillento. Y tienden a convertirse en costras, secarse y caerse.
¿Puede causar la muerte?
Según la OMS, los síntomas duran entre dos y cuatro semanas, desapareciendo por sí solos sin tratamiento. Pero en algunos pacientes, la viruela del mono puede llegar a ser mortal. En particular, recién nacidos, niños y personas con inmunodeficiencias corren el riesgo de sufrir síntomas graves y fallecer.
¿Cómo protegerse de la enfermedad?
Con el objetivo de prevenir contagios y evitar que la viruela del mono se propague, la OMS recomienda poner en práctica una serie de consejos:
- Debe evitarse el contacto sin protección con animales salvajes. Sobre todo, con aquellos que están enfermos o muertos (incluido el contacto con su carne y sangre).
- No se puede tener contacto con alguien que presente síntomas. Las erupciones, los fluidos corporales y las costras son muy infecciosas.
- De igual manera, no hay que tocar los objetos que han estado en contacto con una persona infectada (prendas de vestir, ropa de cama, toallas, cubiertos para comer, etc.). De hacerlo, es necesario hacer uso de mascarilla y guantes de protección.
- Asimismo, cuando se esté cerca de alguien que padezca la viruela del mono es recomendable ponerse una cubrebocas de calidad. Especialmente si tose o presenta lesiones en la boca.
- Después de haber estado con una persona infectada, se aconseja lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o con gel hidroalcohólico.
- Lavar las prendas, toallas y sábanas de la persona contagiada, y sus utensilios para comer, con agua tibia y detergente.
- Limpiar y desinfectar cualquier superficie contaminada.
- Eliminar los desechos contaminados, como los apósitos, de manera adecuada.
- No mantener relaciones sexuales sin protección. Practicar sexo sin seguridad es una de las principales vías de infección en Europa.
Ante cualquier síntoma o sospecha de tener la enfermedad, se debe contactar con los servicios médicos con la mayor celeridad.
Llamado a la tranquilidad
Si bien la OMS ha reconocido que existe un gran desconocimiento sobre muchos aspectos de la viruela del mono, ha señalado que dicha enfermedad “no es de preocupar” y que “no es la COVID-19”.
En cualquier caso, la organización ha instado a los países a realizar un inventario de las vacunas que disponen contra la viruela, aunque ha asegurado que no es necesaria una vacunación masiva de la población.
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