Los fraudes dirigidos al sector financiero han aumentado a nivel global en los últimos años. Concretamente, en Latinoamérica, los casos de malware han crecido más del doble en los últimos 12 meses. Y esto ha costado a las víctimas cientos de millones de dólares. Además, la tendencia de fraudes con dispositivos robados y robos de cuentas mediante ingeniería social sigue en aumento en la región.
En este sentido, el informe Tendencias de fraude bancario digital en América Latina 2024 de BioCatch destaca el crecimiento de los fraudes con dispositivos robados desde, al menos, 2018. De hecho, los casos denunciados de fraude bancario digital crecieron un 32 por ciento en el primer semestre de 2024 respecto al mismo período del año anterior.
El volumen del ‘malware’ volvió a explotar en junio
El troyano bancario Grandoreiro, activo desde hace siete años, ha atacado a más de 1.500 instituciones financieras, de las cuales más del 20 por ciento están en América Latina. El robo de cuentas también preocupa, especialmente en países con una regulación menos avanzada, donde los estafadores encuentran más fácil comprometer cuentas. Chile y Colombia ya exigen a los bancos reembolsar a ciertas víctimas de estafa, y México y Brasil planean hacer lo mismo.
Tom Peacock, director de Inteligencia Global sobre Fraude de BioCatch, comenta al respecto que «lo sorprendente no es el aumento de los fraudes impulsados por malware, sino el volumen de estos picos». Por ejemplo, BioCatch ha observado un aumento drástico en enero, seguido de una baja cuando los bancos detectaron los ataques, aunque volvió a explotar en junio.
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