‘Ransomware’: estos son los tres sectores favoritos del cibercrimen

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Redacción

Desde hace unos años, el ransomware es uno de los ataques más temidos por las compañías latinoamericanas y mundiales. Esto se debe a la gravedad de este ciberataque que afecta a la rutina de las compañías y que daña a su reputación. De hecho, los ciberdelincuentes saben sacar rentabilidad de ello a raíz de provocar daños económicos a varios sectores.

Según ESET Colombia, el sector que más sufre el ransomware es el financiero. Esto se debe a que las compañías operan con la masividad de transacciones diarias de sus clientes y con el dinero que éstas conllevan. Además, la presión de las compañías financieras de sufrir un ciberataque hace que también quieran resolverlo rápidamente. Es por esto que invierten en ciberseguridad grandes sumas de dinero cada año.

En segundo lugar se encuentra el sector público. Un ejemplo es el ataque al gobierno de Costa Rica, en 2022, que afectó a múltiples instituciones gubernamentales, paralizó servicios críticos y comprometió datos sensibles. Esto se debe a que los datos que se vulneran en este sector son muy sensibles, a la par que valiosos en el mercado negro, para cometer fraudes o suplantar identidades, entre otros fines.

En tercer lugar, los organismos y compañías de salud son los que sufren más ataques de ransomware debido a que manejan una amplia variedad de datos sensibles como historiales médicos, de seguros o resultados médicos. Es más, un ciberataque puede llegar a cancelar cirugías y tratamientos hasta a incapacitar el acceso a la información crítica en emergencias.

Los ciberatacantes de ‘ransomware’ se fijan en los recursos financieros

Según ESET, existen tres componentes clave que permiten comprender el mayor o menor interés en cada industria. En esta línea, la cantidad de datos que posee la compañía y su sensibilidad hace que la compañía pueda ser un objetivo. Asimismo, cuanto más sensibles y confidenciales sean, mayores serán las posibilidades de que la compañía sea ciberatacada.

En este sentido, para las compañías, la credibilidad y la reputación son clave; y, por tanto, prioridad. Este puede ser el caso de aquellas entidades gubernamentales debido a que, de sufrir un ciberataque, se pueden ver comprometidas públicamente. Además, los ciberdelincuentes también se fijan en la disponibilidad de recursos financieros para que paguen el rescate ante un ransomware.

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