Ana Luisa Guzmán se desempeña como directora de Seguridad Corporativa en GICSA, empresa mexicana dedicada al desarrollo inmobiliario. Además, desde enero es presidenta de la Asociación Mexicana de Especialistas en Seguridad Integral (AMEXSI).
¿Cuándo se incorporó Ana Luisa Guzmán al mundo de la seguridad? ¿Qué destacaría de su evolución en el sector?
Me incorporé a este hermoso sector recién concluí mi carrera como licenciada en Relaciones Industriales. Y aunque pareciera que mis estudios no tienen nada que ver con mi profesión, mucho de lo que aprendí en la universidad me impulsó hasta donde estoy. Ello es así porque, más allá de la experiencia, las certificaciones y la preparación continua, mi instinto de mujer, sumado a mi aprendizaje profesional, me dio una perspectiva diferente, observando a la seguridad como un compendio de recursos automatizables pero comprendiendo profundamente el lado humano. Es lo que yo llamo el ser de la seguridad.
Esto me ayudó a perfeccionar estrategias basadas en capacitación continua para mis colaboradores. Y no solo en seguridad, sino también en inteligencia emocional, inteligencia financiera, administración del tiempo, atención al cliente, el efecto dominó del buen comportamiento, etc.
Todo ello para dejar de lado la seguridad gruñona, malencarada y cuadrada para dar paso a la atención y servicio al cliente, dar una bienvenida a nuestros clientes e incluso acompañarlos cuando preguntan por un sitio específico, sonreír y darles esa calidez humana que merecen.
Porque es importante mencionar que la tecnología avanza de manera vertiginosa. Y muy pronto la inteligencia artificial suplirá gran parte de los trabajos. Pero algo que hasta ahora no puede suplir son las emociones y el razonamiento humano. Y eso es lo que, hoy en día, debemos explotar.
¿Cómo valora la incorporación cada vez mayor de las mujeres a la seguridad y su contribución al sector?
Sin duda alguna, me llena de orgullo saber que cada vez somos más mujeres. Y no solo eso: además, somos mujeres profesionales, preparadas física, intelectual y emocionalmente para el sector, mujeres capaces de llevar las riendas de una compañía, mujeres emprendedoras y mujeres decididas, empoderadas y llenas de ilusión por conquistar sueños de grandeza.
Realmente, estamos viviendo una revolución femenina producto de muchos años de trabajo de muchas de nosotras. Y cada vez hemos logrado más visibilidad. Nos falta mucho, pero luchamos por la igualdad de condiciones, igualdad de salario, que poco a poco se vaya haciendo el piso parejo…
Y esto ha traído una serie de cambios y frescura al sector, pues la combinación de inteligencias, conocimientos, preparación y fuerzas de ambos sexos ha hecho que la seguridad sea cada vez más inteligente y automatizable, en lugar de ruda y severa.
Bajo el punto de vista de Ana Luisa Guzmán, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el sector de la seguridad?
Considero que el avance tan voraz de la industrialización y la tecnología representa el reto principal, pues estamos migrando a la digitalización del mundo entero. Y la ciberseguridad será nuestro issue en los próximos años.
Otro factor será el despertar de la conciencia humana, vernos más como individuos y menos como capital de trabajo, tener jornadas reducidas pero más eficientes, prestaciones adecuadas y condiciones dignas, enfatizando en la seguridad humana que se traduce en seguridad alimentaria, económica, política, ambiental, comunitaria, personal y sanitaria.
Para finalizar, ¿qué mensaje desea transmitir a las mujeres que quieren incorporarse al mundo de la seguridad?
Sólo les puedo decir: ¡éntrenle! Es un sector muy bonito y entretenido: siempre hay nuevas cosas por aprender, nuevos cursos que tomar, nuevos retos por enfrentar… Pero esto trae muchas satisfacciones. Aquí estamos muchas mujeres listas para darles visibilidad, espacio y cobijo. Se necesita estar preparadas con pasión, entrega, constancia y resiliencia. Y el resto se obtiene en el camino, porque esta profesión te va enamorando.