¿Qué significa para Perla Ortega, y las profesionales que trabajan en el sector de la seguridad en México, la conmemoración del Día Internacional de la Mujer?
El Día Internacional de la Mujer significa unirnos al movimiento global, en alianzas participativas, con agendas políticas para visibilizar la desigualdad de género y reivindicar la lucha por la igualdad efectiva de los derechos de las mujeres, enfocándonos en nuestro sector para realizar los análisis y las acciones que disminuyan la brecha en materia salarial y de oportunidades. También significa identificar, prevenir y disminuir la violencia contra mujeres y niñas.
Con el fin de estimular la participación de las mujeres e influir en los procesos de adopción de decisiones para prevenir y resolver los conflictos, apoyamos el compromiso de las mujeres en todos los aspectos de la consolidación de la paz de cara a la construcción de sociedades más inclusivas e igualitarias, capaces de terminar con la discriminación de género y resolver los conflictos sin recurrir a la violencia.
En México, el desafío en conjunto con otros países de Latinoamérica está relacionado con que las mujeres no sólo tengan acceso a puestos de poder, sino que, además, en ellos se les permita el ejercicio del mismo, confiando en sus planes, proyectos y habilidades.
Tenemos que trascender incluso nuestras identidades locales. Con esto me refiero a que no nos separe nuestra ubicación geográfica ni nuestra propia especialidad dentro de las distintas ramas de la seguridad.
Para ello, utilizo dos categorizaciones. La primera de Pol Bertran Prieto, donde se engloban seguridad laboral, seguridad ciudadana, seguridad nacional, seguridad social, ciberseguridad, seguridad jurídica, seguridad vial, bioseguridad, seguridad industrial y seguridad alimentaria. Y la segunda conformada por safety (medidas frente a riesgos como protección contra incendios, medidas de seguridad, protocolos, etc.) y security (soluciones para estar seguros contra amenazas como, por ejemplo, sistemas de alarmas o detectores de metal).
Nuestro sector está marcado por diferencias significativas en distintos niveles de especialidad. Y trascenderlo para poner la mirada en las acciones globales para atender la brecha de género también es fundamental.
Es importante incorporar el significado de mirar a las seres humanas, logrando una raigambre global que nos permita accionar de forma conjunta.
¿Por qué eligió desempeñarse en el sector de la seguridad, en general, y en el ámbito de la protección contra incendios, en particular?
Tomé el reto de adentrarme en la seguridad cuando asumí participar en un congreso de ASIS Capítulo Occidente. Concretamente, en un panel moderado por María Teresa Septién titulado Desafíos de la seguridad: la unión hace la fuerza. El diálogo con las panelistas, Gabriela Reynaga (ISACA) y Marcela García Aceves (BASC), despertaron mi interés en desarrollar una visión global en materia de seguridad confiando plenamente en promover estándares de calidad. Sin duda, conocer su historia logró empoderar mi curiosidad y abrió en mi corazón la posibilidad de buscar un desarrollo mucho más profesional, reconociendo mis propias fortalezas de diálogo durante el evento.
Debo agregar que me siento profundamente agradecida con cada una de las personas con las que he ido caminando este gran reto de convertirme en una mejor profesional. En especial con Tere Torres Aguilar, con quien las causas sociales en materia de seguridad son un diálogo constante; Jaime Gutiérrez Casas, con quien reafirmé el eco de promover la prevención desde la actualidad aprendiendo de distintas culturas y compartiendo su experiencia a nivel mundial; y Naim Escalante Félix, quien me aportó desde su experiencia un abanico de interminables herramientas y, sobre todo, retos que me han hecho ser mejor persona.
Casi un año después ocupé el cargo como presidenta en el Comité Nacional México de la Asociación Latinoamericana de Seguridad (ALAS) con gran influencia de cuatro líderes: Alberto Álvarez, Humberto de la Vega, Javier Fernández Soto y Carlos García Almeida. Cada uno fungió como mentor en la trayectoria que seguí y se mantienen presentes hasta el día de hoy.
Es así como elegí desempeñarme en seguridad, participando en distintas asociaciones, maravillada de las muchas acciones que se logran en colectivo y cuando el conocimiento se comparte. Cada reto me suponía una posibilidad. Y es así también que nace mi marca personal Perla Sin Pretextos.
¿Qué le aporta la industria de la seguridad a Perla Ortega en lo personal y en lo profesional?
En particular para la protección contra incendios, tengo una gran influencia familiar, ya que crecí en medio de expos donde se fomentaba la prevención y el uso de extintores. Esto derivado de la empresa que constituyeron y fundaron mis padres, MAK, cuyas siglas corresponden a Martha, Arturo y Karla, que fue en su tiempo una de las fábricas de extintores móviles y portátiles más importantes de México.
Mis padres se aseguraron de compartirnos la relevancia de proteger vidas. Y en su filosofía siempre pensaron que lo que hicieran como empresa tenía que abonar a la seguridad de México. De ahí el lema Servirle mejor es nuestro sistema, posteriormente transformado a Servirle mejor sigue siendo nuestro sistema.
Mi participación inicial en la compañía estaba relacionada con prevenir el robo hormiga en la fábrica. Y luego me ocupé de conciliaciones bancarias, cobranza y traducciones de fichas técnicas. Mientras el negocio integraba nuevos servicios y líneas, fui creciendo en conjunto y aprendiendo.
La adrenalina en cada reto, la novedad en el día a día mantuvo mi atención y curiosidad. La especialidad técnica era muy importante, así como las personas que colaboraban en la compañía. Allí fue donde inicié mi verdadera carrera de vocación en la seguridad y prevención, en atender el talento y recursos que cada persona aportaba de forma significativa en la empresa. Este fue mi sello personal en todo mi camino en la industria: entender que detrás de la seguridad necesitamos tener personas conscientes, comprometidas y sensibles a diversas problemáticas.
Lo que me aporta la especialidad de los sistemas contra incendio es el dinamismo de entender que cada proyecto es único, como única también es cada persona. Pensar en un traje a la medida obliga a estar en constante búsqueda de la satisfacción de necesidades que priorizan la vida de las personas.
Además de alimentar una necesidad constante de mantenerme actualizada y buscando mejores formas de proponer soluciones integrales de seguridad. Permanentemente, estudio estándares de seguridad nacionales e internacionales, como las normas NFPA, o publicaciones de organismos como ASIS International, para incorporar prácticas de prevención, por ejemplo, de violencia en centros de trabajo.
Y también aporta la significativa elección de los equipos de seguridad, en función de los riesgos, que no pueden faltar en mi hogar u oficina o en las instalaciones de los clientes, como extintores, detectores de humo, señalización, etc.
¿Y qué aporta Perla Ortega al sector de la seguridad?
Lo que aporto es la creación de contenido especializado enfocado a buenas prácticas de incendio con cápsulas de seguridad. También participando en foros donde hagamos conciencia de los riesgos en que somos actores activos e invitando a especialistas para que compartan recomendaciones de seguridad para distintas asociaciones.
Participo en la Asociación Mexicana de Protección contra Incendio (AMPCI), en los comités de Imagen y Vinculación y Negocios, así como en el consejo asesor de la NFPA International para llevar la cultura de prevención contra incendio a más espacios y personas. Estoy convencida de que participar en la creación de espacios seguros es una ola expansiva en la conciencia de cada persona.
Bajo el punto de vista de Perla Ortega, ¿qué aportan las mujeres, independientemente de su rol, al sector de la seguridad? ¿Cuál es su valor agregado?
Según Marcela Lagarde, pensar, ser y existir es una clave que aportan las mujeres en su liderazgo. Para las mujeres es trascendente llevar su ideología a todas sus esferas de acción, por lo que la ejemplaridad resulta un valor muy relevante. Hay una refrán que dice: Las palabras convencen, el ejemplo arrasa. En su libro Claves feministas para liderazgos entrañables, Lagarde marca un camino muy preciso para visibilizar los grandes aportes y puntos de partida para ampliar y fortalecer el liderazgo de las mujeres.
Las mujeres complementan la colaboración en los equipos y en sí mismas son una propuesta de valor, desde su fortaleza, comodidad y bienestar vital, a lo que Marcela Lagarde llama mismicidad. Este año, la ONU propone como lema Invertir en las mujeres, acelerar el progreso. Las mujeres aportan desde una exquisita diferencia.
A juicio de Perla Ortega, ¿cuáles son los principales retos de las mujeres en el sector de la seguridad?
Uno de ellos es establecer un compromiso en primera instancia con otras mujeres “con el corazón, con lo que somos y lo que queremos ser”, como dice Marcela Lagarde. Abonar en sensibilización y capacitación en todas las materias poniendo siempre en la mesa la perspectiva de género.
Otro reto es promover, difundir e integrar estándares profesionales y de calidad. Y también impulsar a otras mujeres e integrarlas al campo de desarrollo y especialidad en materia de seguridad. Cada evento en el que participemos, invitemos a otra mujer a participar y formarse en las distintas certificaciones de seguridad.
Del mismo modo, es básico mantenernos actualizadas y gestionando desde nuestros espacios de acción el impulso para hacer que más mujeres se coloquen en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). De acuerdo con la Unesco, las mujeres sólo representan el 35% de quienes cursan estudios de enseñanza superior STEM. Las brechas de género obstaculizan la innovación de nuevas perspectivas ante retos actuales y futuros. La brecha de género en las carreras STEM se ha cerrado un 4,4% en los últimos 10 años. De seguir esta tendencia, México tardaría 37 años en cerrar esa brecha. Esto nos obliga a generar nuevas estrategias en los espacios en que participamos.
Asimismo, hay que compartir y fortalecer los protocolos de violencia que atentan contra las mujeres siendo embajadoras del Violentómetro, herramienta que ayuda a identificar diversas manifestaciones de violencia. En promedio, se estima que siete mujeres son asesinadas cada día en nuestro país por el hecho de ser mujer.
Finalmente, debemos incursionar en foros más diversos y evangelizar otras industrias para convertir nuestro México en un lugar más seguro en todos los niveles posibles. Recordemos que la sociedad y sus peligros han evolucionado y hoy se vinculan con un mundo globalizado en constante actualización creativa.
Suponga que, tras leer esta entrevista, una mujer desea incorporarse al mundo de la seguridad. ¿Qué le aconseja Perla Ortega?
Confía en tu gran capacidad de desarrollo, sé rigurosa, establece temporalidad a los resultados y compromiso, confía en tu firmeza, convicción y ejemplaridad, siéntete confiada, utiliza cada recurso para buscar y crear identidad de conexión con tus equipos de trabajo. Considera tener presente acciones de sustentabilidad y asegúrate de prepárate en este nuevo reto mundial.
Participa, al menos, en tres asociaciones que sean de tu interés. En la rama contra incendio podemos mencionar, entre otras, a NFPA International, AMPCI, AMERIC y CIME. De igual manera, es aconsejable colaborar con asociaciones de bomberos y colegios de ingenieros. Y de forma internacional existen ALAS y ASIS.
Abraza una causa social de por vida, elige una ONG, participa de forma activa con ella y, si te es posible, con recursos económicos.
Acércate a la normatividad mexicana relacionada con estándares internacionales como ISO 9001 (Sistemas de gestión de calidad) o ISO 14001 (Sistema de gestión ambiental) y los que apliquen en tu área de especialidad.
Haz círculos de acción con otras mujeres, que nuestra mismicidad se siga manifestando en cada esfera en que participemos y multiplicando espacios de paz y bienestar sin pretextos.
Tengamos presente que, a nivel global, 736 millones de mujeres –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida.
Agradezco la oportunidad que me brindan Gabriela Soto Jiménez y todo el equipo de Segurilatam. Avanzar en la igualdad de género es una piedra angular para crear sociedades inclusivas: sin duda, los avances de las mujeres benefician a todas las personas en el mundo.